Espanyol | sevilla

Que haya vida de veras

  • El Sevilla debe reaccionar en la Liga aprovechando el impulso anímico de su victoria sobre el Atlético y repartiendo esfuerzos

  • Aparcada la Copa, Cornellà da inicio a la segunda vuelta

El Sevilla comienza hoy la segunda vuelta de la Liga con un aire de enfermo recuperado. La importancia del triunfo en el Wanda Metropolitano trasciende claramente la de la Copa del Rey, porque de lo que se trataba era de la propia supervivencia del equipo y de la fe de una afición que había tirado la toalla en el ecuador del curso. Pero ahora todo se ve con otro prisma. Y para que no vuelva a nublarse la perspectiva es necesario que el resucitado ande con paso firme, que este Lázaro redivivo demuestre que está vivo de veras.

Queda toda una segunda vuelta por delante y el margen con los equipos que lo anteceden en los puestos de Champions no es tan grande como para pensar que es una utopía certificar el objetivo principal, y obligatorio visto el desembolso realizado en el proyecto más caro de la historia del club. Pero para que esa quimera no vuelva a tomar una forma monstruosa es imprescindible para el Sevilla romper la feísima racha de un punto sumado de los últimos quince. El propio Sevilla se obligó a jugar con esa presión y ahora es el momento de afrontarla y sacarle rédito aprovechando ese ímpulso anímico cobrado en el Metropolitano.

La primera cita para demostrar que Lázaro no sólo se ha levantado sino que anda es en Cornellà. Allí el Espanyol ha sumado la mayoría de los puntos que acumula, 24, cinco menos que el Sevilla solamente. De esos 24, 18 los logró el equipo de Quique Sánchez Flores al calor de su gente, que también anda enfervorizada por el triunfo en el derbi frente al Barcelona. La ida de los cuartos de final de la Copa, así pues, ha supuesto una importante inyección de moral para los dos rivales que se verán las caras hoy en la Liga mirando de reojo esa vuelta copera.

Y aquí entra una de las claves del partido. Vincenzo Montella, después de haber reordenado tácticamente el equipo y haberle dado ese hálito de ánimo necesario para que los futbolistas reaccionasen, debe repartir ahora los esfuerzos, gestionar esa resurrección, procurar que no sea la efímera flor de un día. Y para ello, claro, aparte de perseverar en el orden táctico y la convicción en la idea, el técnico napolitano debe repartir los esfuerzos, porque la mente manda sobre las piernas... hasta cierto punto.

Se encuentra de entrada el preparador de los nervionenses con el problema endémico de la defensa. Kjaer no ha superado las molestias en la espalda que le impidieron estar en el Metropolitano y la línea defensiva sólo tiene el margen de refresco de Carole en lugar de Escudero. Ésa puede ser una de las novedades del once titular, en el que podría entrar de nuevo Geis, uno de los pocos que se salvó en Mendizorroza pese a que fue el primer cambio de Montella aquel desafortunado día.

N'Zonzi podría repetir: es de los pocos titulares que no tienen excesiva carga tras estar apartado y jugar es lo que mejor le puede venir para alcanzar su mejor tono. Y arriba, Ben Yedder podría relevar a Muriel, ya que se prevé un partido con más mando en el juego del Sevilla. Y la gran duda es si Montella seguirá confiando en Banega para que dirija el juego o le dará algo de descanso pensando en la Copa. El argentino lleva 17 partidos seguidos sin descansar entre las tres competiciones, y Franco Vázquez, tras reivindicarse ante el Atlético, podría relevarlo, pues necesita confianza y continuidad. Aunque se juega tanto el Sevilla en la Liga que Montella podría volver a sacrificar a su organizador. Sea como fuere su decisión, debe ir encaminada a mantener ese impulso de oxígeno y sangre, como un muerto resuticado, que se dio a sí mismo el equipo hace tres días...

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios