Buscan a cinco enfermeras por dos gemelas robadas en 1981

Un juez ordena localizarlas tras denunciar la madre su desaparición en una clínica de Madrid hace cinco años

Efe

22 de junio 2017 - 02:34

Madrid/El Juzgado de Instrucción número 50 de Madrid ha pedido localizar a las cinco enfermeras que asistieron el parto de las dos hijas de Purificación Betegón, la madre que denunció el presunto robo de sus gemelas en la época de sor María, nacidas el 23 de febrero de 1981 en la clínica Santa Cristina de Madrid. El juez ha ordenado varias diligencias a instancias de la acusación y de la Fiscalía, entre ellas que se localice a las enfermeras y a un médico del centro que la asistió. No será fácil, puesto que en los documentos que posee la denunciante sólo aparece el nombre de pila de las enfermeras, si bien las diligencias han sido ordenadas con carácter de urgencia.

Además, el juez ha requerido la documentación sobre los gastos asistenciales médicos a Purificación Betegón, que podrían ser de los supuestos padres adoptantes de las niñas, ya que la mujer entró al centro por la vía privada. Hace casi cinco años, Betegón presentó una denuncia por la supuesta desaparición de sus gemelas y el juez citó a declarar como imputada a sor María Florencia Gómez Valbuena -asistente social en la Maternidad- pero la monja alegó motivos de salud para no acudir. Cuatro días después falleció, en enero de 2013. La monja fue imputada en otro caso de bebés robados.

Su abogado pidió el archivo de las actuaciones y así lo acordó el juez hasta que la Audiencia Provincial reabrió la causa. Recientemente, cinco facultativos que trabajaron en la clínica de Santa Cristina en 1981 descargaron toda responsabilidad en este asunto en la religiosa, a la que acusaron de manejar las adopciones con "oscurantismo".

La denunciante asegura que ingresó en la clínica el 12 de febrero de 1981, que se puso de parto el 23 de febrero y que, después de dar a luz, un camillero le dijo que había tenido "dos niñas preciosas". Cuando la mujer, que entonces tenía 25 años y un hijo de dos, preguntó por las pequeñas, le dijeron que eran para adopción, aunque a ella "jamás" se le había pasado por la cabeza esta posibilidad.

"Conocí a sor María cuando me negaron verlas porque me dijeron que eran para adopción. Me dijo que cómo iba a criar a dos niñas, teniendo uno y siendo soltera. Le dije que era mi problema". La mujer tiene claro que las niñas no murieron sino que se las robaron para darlas en adopción. "A los dos días, me comunicaron que una había muerto y después, la otra. Que se había estropeado la incubadora. Bajé corriendo y seguían allí. Entonces una enfermera me dijo que estaban muertas cerebralmente, ¡pero se movían! Y entonces me llamó sor María a su despacho para preguntarme cómo quería llamar a las niñas. Le dije que mis hijas se llamaban Sherezade y Desiré. Ésos no son nombres cristianos, me contestó. Cuando volví a pasar por la incubadora, ya no estaban. Insistían en que habían muerto. Tardé 30 años en conseguir que me dieran mi historia clínica", cuenta.

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