Altamira y Mañara, dos palacios para conocer

Más de 2.000 personas visitaron en 2017 dos joyas del patrimonio civil sevillano en los recorridos concertados por la Junta

Palacio de Mañara, ubicado en la judería.
Palacio de Mañara, ubicado en la judería. / D. S.
S. V.

03 de enero 2018 - 23:11

2.013 personas han visitado durante el año 2017 los palacios de Altamira y de Miguel de Mañara en un total de 76 visitas guiadas, dentro de una iniciativa por la que estas sedes de la Consejería de Cultura se abren al público todas las semanas para visitas concertadas. El dato es especialmente significativo si tenemos en cuenta que en 2016 fueron 315 las personas que visitaron estos espacios.

El 70% de estas visitas corresponden a asociaciones culturales y colectivos sociales como usuarios de centros de día municipales y privados para el envejecimiento activo, de los talleres Conocer Sevilla o de organismos como la Fundación Andaluza para la Integración de Enfermos Mentales, el Centro de Internamiento de Menores El Limonar o la Fundación ONCE.

Las visitas se hacen de manera conjunta a los dos palacios los martes y jueves (no festivos) en horario de 11:00 a 12:30, excepto en julio y agosto, son gratuitas y están guiadas por personal cualificado. Para concertar la visita es necesario reservar en visitas.altamira.ccul@juntadeandalucía.es (el orden de prelación de visitas se regirá por riguroso orden de llegada de solicitudes).

La iniciativa comenzó en enero de 2015 con el objetivo de difundir el rico legado histórico y arquitectónico que encierran estas dos joyas del patrimonio civil sevillano, ambas ubicadas en el barrio de San Bartolomé, antigua judería.

El Palacio de Altamira fue edificado por el Justicia Mayor del Reino, Diego López de Stúñiga, quien, tras la compra de construcciones colindantes, levantó sobre ellas a fines del siglo XIV un palacio de gran entidad siguiendo el modelo de los Reales Alcázares de Sevilla. Durante los siglos XV y XVI la mansión estuvo ligada al linaje de los Stúñiga (o Zúñigas), Condes de Plasencia, Duques de Béjar, Marqueses de Villamanrique y de Ayamonte y, posteriormente, Condes de Altamira, por cuyo nombre se conoce hoy día al palacio. De todos sus propietarios el palacio recibirá obras y mejoras. A lo largo del primer tercio del XVII se construyó la crujía de fachada. Durante la segunda mitad del XIX el palacio dejó de estar vinculado a los Condes de Altamira aunque el título pervivió para designarlo, convirtiéndose en casa de vecinos. La Junta de Andalucía terminó adquiriendo el edificio para restaurarlo y destinarlo a sede administrativa.

Por su parte, el edificio conocido como Palacio de Mañara se halla ubicado en pleno corazón de la antigua aljama (judería) de Sevilla. De antiguo origen islámico, en el siglo XV se procedió a la construcción de un nuevo edificio al que denominamos Casa Mudéjar que, a su vez, sería derribado por Don Juan de Almanza para superponer el palacio actual que sigue fielmente los dictados ornamentales del Renacimiento. En 1623 es comprado por Tomás de Mañara y Colonna, Cargador de Indias, quien adaptó el inmueble a la moda de su época. De su hijo, Miguel de Mañara y Vicentelo de Lecca, fundador de la Hermandad de la Santa Caridad, es de quien el palacio toma su actual denominación. Durante los siglos XVIII y XX tuvo los más diversos usos: domésticos, militares, fabriles, religiosos y, por último colegio. En 1989 es comprado por la Junta de Andalucía para sede institucional.

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