Una vida entre cuerdas y trastes

José Luis Postigo comparte con quienes se acercan a la Casa de la Guitarra su pasión por este instrumento

Una vida entre cuerdas y trastes
Una vida entre cuerdas y trastes
Reyes Rocha

11 de septiembre 2016 - 01:00

Toda un vida dedicada a la guitarra española, tanto que cada vez que explica a alguno de los visitantes de su museo la historia de este instrumento, es capaz de transmitir el entusiasmo a quien lo escucha. José Luis Postigo ha acompañado con su guitarra a las primera figuras del cante y baile jondo y tiene en su poder dos premios nacionales de flamenco (Premio Nacional de Córdoba y Premio Nacional de la Flamencología de Jerez).

Lejos queda en el tiempo, pero no en la memoria, aquella primera guitarra que le construyó su hermano con una caja de carne membrillo, un trozo de madera e hilos de cobre. Ahora, cuando el flamenco inunda una ciudad que vive su Bienal de Flamenco, es la mejor ocasión para recalar en el Centro Cultural Casa de la Guitarra y ve el lugar donde muestra orgulloso parte de las 130 guitarras que exhibe en el Centro Cultura Casa del Flamenco, su casa de la calle Mesón del Moro. Una casa que, como curiosidad, es el último lugar en Sevilla donde aparece censado el histórico cantaor Silverio Franconetti.

De todas ellas, la pieza más antigua es de Llinaz y José Pagés, datada entre 1800 y 1803. La siguiente es todo un referente para los luthiers actuales: una de Torres, el maestro artesano que revolucionó la guitarra española aumentando su tamaño y reforzando el armazón interior. Estas modificaciones permitieron que las cuerdas tuvieran otro sonido, llegando a poder soportar entre 6 y 7 kilos de tensión. "A partir de 1850 la guitarra española sigue el modelo de Antonio Torres", explica Postigo.

Fue hace seis años cuando comenzó a plantearse la idea de exhibir esta colección que no deja de aumentar. "Cada vez que me entero de que hay una guitarra única, me acerco dónde sea por ella", afirma. La entrada a la exposición es gratuita. De hecho, según TripAdvisor este museo -de entrada gratuita de 11:00 a 19:00- está entre los diez mejores de España.

En el desarrollo de su actividad cultural ha colaborado, entre otros, con el Instituto Andaluz del Flamenco y la Cátedra de Flamenco de la Universidad de Sevilla.

Al tratarse de una iniciativa totalmente privada, hace cuatro años decidió que para financiar el mantenimiento y adquisición de nuevos instrumentos lo mejor era abrir su casa al flamenco. Fue entonces cuando nación en Centro Cultural Flamenco Casa de la Guitarra. Con un formato muy parecido al de las peñas y un aforo nada desmesurado, todos los días hay un espectáculo en esta casa del siglo XVIII que José Luis Postigo abre a quienes quieran sentir el flamenco. "Se crea un ambiente tan mágico que algunos de los extranjeros salen llorando de la emoción", comenta.

Una hora en el que el cante, el baile y el toque tienen el mismo peso sobre un escenario cercano, "donde se vive el arte tú a tú, directamente, sin amplificadores ni micrófonos", comenta Postigo. A este ambiente contribuye, y mucho, un elenco de artistas, jóvenes figuras del flamenco actual. Todos los días hay espectáculos a las 19:30 y a las 21:00.

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