Nadie se explicaba ayer cómo había podido ocurrir. Cuando faltaban pocos minutos para la una de la tarde el forense decretaba el levantamiento del cadáver de José Otero, el vecino de la calle Poeta Fernando de los Ríos, en Alcalá de Guadaíra, que había fallecido a los 74 años a consecuencia del derrumbe de una viga de hormigón mientras dormía. La trágica muerte se había producido poco después de las 8:30 en la vivienda que compartía con su hermano y su cuñada, quien se percató de lo ocurrido al llevarle el desayuno a la habitación. La Policía Local precintó horas después este inmueble, donde los próximos días se realizará un estudio exhaustivo para conocer las causas que provocaron que la viga se viniera abajo. La primera hipótesis apunta a los efectos de las intensas lluvias de los últimos meses.

Joaquín Otero, hermano del fallecido, se encontraba desayunando en un bar cercano cuando vinieron a avisarle. "Ve a tu casa de inmediato. Está pasando algo grave", le advirtió un vecino. Joaquín dejó el café a la mitad y en pocos segundos llegó a la vivienda situada en el antiguo barrio del Batán, una de las zonas más antiguas de Alcalá de Guadaíra. Allí ya se encontraban cuatro agentes de la Policía Nacional y varios efectivos de la Policía Local, dos dotaciones de Bomberos y un equipo del 061. Era el dispositivo activado por el Servicio de Emergencias 112 de Andalucía tras tener conocimiento del derrumbe de parte del techo de este inmueble.

Joaquín Otero muestra el DNI de su hermano, fallecido en el derrumbe.

Joaquín recibió al instante la trágica noticia. Su hermano José había fallecido tras caérsele encima, cuando dormía en su habitación, una viga de hormigón. Su mujer era la que se lo había encontrado en el dormitorio. "Ella no había escuchado el derrumbe. Estaba al cuidado de mi nieto, de siete años, que su padre había dejado en casa mientras trabajaba", detalla Joaquín.

Una vecina le aseguró haber escuchado, entre las 8:30 y las 9:00, un fuerte ruido. "Después de la semana de tormentas que hemos pasado, pensó que era un trueno, por lo que no le dio mayor importancia", señala Joaquín. José Otero padecía un 70% de discapacidad mental y por problemas causados por el azúcar tenía muy reducida la visión, de ahí que estuviera a cargo de Joaquín y de una hermana que vive cerca del domicilio en el que se produjo el derrumbe. Ambos se turnaban, por semana, para su cuidado.

El fallecido era un hombre bastante conocido y querido en Alcalá. Solía acostarse pronto. "A las nueve ya estaba en la cama", asegura su hermano. Por tal motivo, acostumbraba a levantarse muy temprano. "Se despertaba a las siete de la mañana y se ponía a ver el televisor. Pero ayer se quedó acostado, con la mala suerte de que se le cayera la viga cuando aún estaba en la cama, donde mi mujer fue a llevarle el desayuno". La cuñada de la víctima se encontró con esta escena al abrir la puerta de la habitación. "Vio la viga caída sobre la cama y salió corriendo", refiere su marido.

Después de que los Bomberos retiraran la viga, el equipo sanitario del 061 verificó la muerte de José Otero. Nada podía hacerse ya por su vida. El médico forense se trasladó a este domicilio, al que también acudió el arquitecto municipal para realizar una primera inspección ocular. A las 12:50 se procedió al levantamiento del cadáver.

Los familiares y vecinos no daban crédito a lo ocurrido. El hermano del fallecido -que es albañil- no se explica qué pudo pasar, pues hace dos años reformó el techo del edificio. "Metí vigas de hierro. Ésa es de hormigón y puede que fuera la única que no cambiase", precisa Joaquín. La vivienda en la que se produjo el siniestro tiene casi un siglo. "Esta casa es de mis abuelos. Hace 50 años mi madre cambió el techo de tejas y colocó una azotea", añade.

La primera hipótesis apunta como posible causa del desplome a las filtraciones de agua que hayan podido provocar las intensas lluvias que han afectado a la provincia de Sevilla los últimos meses. No obstante, aún es pronto para saber el motivo exacto del derrumbamiento de la viga. El Ayuntamiento de Alcalá mantiene la máxima cautela al respecto. Los próximos días los técnicos municipales realizarán un examen exhaustivo de la estructura de la vivienda para conocer con precisión lo ocurrido. Hasta que no se tengan los resultados de este análisis, la casa en la que José Otero vivía con su hermano y su cuñada quedará precintada.