Los trabajadores de las naves próximas al incendio de Alcalá: "Sonó una explosión y tembló todo"

La columna de humo de Alcalá de Guadaíra pudo verse desde una distancia de ochenta kilómetros

Incendio en Sevilla, en directo

Labores de extinción en el Polígono La Red de Alcalá de Guadaíra / Antonio Pizarro

A la una y media de la tarde de ayer, miles de sevillanos vieron una enorme columna de humo que se alzaba por el este de la ciudad. “Mira, debe ser un incendio muy gordo, quizás por la zona de Los Pajaritos, Sevilla Este o Torreblanca”, se decían. Desde Nervión, desde el polígono de San Pablo, desde el puente de Triana, desde cualquier bloque alto de la ciudad, dese los autobuses de línea, desde los coches, desde Dos Hermanas, desde La Algaba, desde San José de la Rinconada, desde el Aljarafe podía verse la inmensa nube negra. Desde ochenta kilómetros de distancia, podía divisarse. Pronto se sabría su origen.Era un incendio de una fábrica de productos químicos en el polígono La Red, en el término municipal de Alcalá de Guadaíra pero muy cerca del barrio de Torreblanca.

Minutos después empezarían a llegar los primeros vídeos, que se difundirían con rapidez a través de miles de teléfonos móviles por los chats de mensajería instantánea. Un vehículo maniobrando tratando de huir del incendio, unos trabajadores grabando una explosión, coches circulando por delante de la columna negra en la autovía A-92, donde el incendio generó problemas de tráfico, la Policía desalojando la zona, la llegada de los Bomberos, el hospital de campaña montado por el 061 por si hacía falta atender a alguien... Todo estaba grabado.

Afortunadamente los daños personales fueron mínimos. Sólo dos personas tuvieron que ser atendidas, un operario de la empresa que resultó herido con quemaduras de carácter leve, y un bombero intoxicado por inhalación de humo y fatigado por el trabajo y las altas temperaturas que tuvo que soportar. El incendio se declaró poco después de la una y veinte minutos de la tarde en la sede de la empresa Plainsur, en la calle La Red Once del polígono del mismo nombre. Esta compañía sevillana, fundada en 1975, se dedica a la fabricación de productos químicos de todo tipo. Entre ellos hay disolventes, artículos para el mantenimiento de las piscinas, cloro, masilla o resina, por ejemplo.

Según fuentes de la Junta, en el almacén había sustancias como el etileno, tolueno y disolvente, de las que había unos 200.000 litros almacenados. La gran cantidad de material inflamable y corrosivo fue la principal de las complicaciones para los Bomberos a la hora de comenzar las tareas de control y extinción del fuego, ya que se sucedieron distintas explosiones a medida que avanzaban las llamas y existía el riesgo de que se pudiera propagar a otras industrias cercanas. Las labores de lucha contra este fuego, que a la hora de cierre de esta edición se mantenía activo aunque estaba ya controlado y acotado, están dirigidas por los Bomberos de la Diputación Provincial de Sevilla, cuyo consorcio ha aportado agentes de diferentes parques de toda la provincia. También apoyaron los bomberos del Ayuntamiento de Sevilla, que desplazó también policías locales al lugar.

Policías nacionales y locales de Alcalá se afanaron en establecer un perímetro de seguridad, que se fue ampliando en los primeros minutos por el elevado riesgo de explosión. “Caballero, por favor, estamos en peligro, tenemos que irnos”, decía un policía nacional a un fotógrafo de prensa que trataba de captar imágenes del fuego. Todas las empresas del polígono La Red y otros colindantes fueron desalojadas, mientras que los trabajadores de Plainsur lograron salir de la empresa por sus propios medios antes de que llegaran los servicios de emergencia. El 061 movilizó varias ambulancias y estableció un hospital de campaña por si hubiera hecho falta.

Trabajadores del polígono explicaron a este periódico que vieron las llamas y salieron corriendo porque el incendio se propagó de manera muy rápida. “Sonó una explosión y tembló todo. Cuando nos asomamos vimos una enorme columna de humo”, relató Moisés, empleado de una industria cercana. “Afortunadamente, el viento no viene hacia aquí y no llega el humo, pero lo hemos visto muy cerca”. El viento de componente suroeste que soplaba en ese momento en Sevilla alejó de la nube de la capital, pero la desplazó hacia los municipios situados al este, como Carmona, Mairena y el Viso del Alcor, según informaron desde la empresa Andaluza de Meteorología (Andalmet). Verónica Gómez, vecina de Mairena del Alcor, indicó a este periódico que percibía un fuerte “olor a ácido” en el pueblo, algunos minutos después del comienzo del incendio en Alcalá. “Voy a recoger a los niños del comedor del colegio y me voy a encerrar en casa”, añadió.

Tanto en Alcalá como en estos pueblos, los ayuntamientos recomendaron a la población cerrar puertas y ventanas y no salir de sus casas. No se llegó a confinar a nadie ni tampoco se desalojó la barriada de La Liebre, rumor que llegó a correr durante la tarde y del que llegaron a hacerse eco varios medios. La Junta activó la fase de emergencia, situación operativa 1, del Plan Territorial de Emergencias de Protección Civil, ante la posible evolución del humo generado en el incendio. También recurrió al sistema Es-Alert para alertar a la población sobre los riesgos derivados de este incendio industrial. El aviso, enviado mediante un SMS a todos los teléfonos móviles que se encontraban en la zona afectada y alrededores, incluía una serie de recomendaciones para evitar riesgos relacionados con la exposición al humo. Este sistema de alerta pública permite a las autoridades emitir mensajes de emergencia de forma inmediata a los dispositivos móviles dentro de un área geográfica determinada. Unas 25.000 personas recibieron el mensaje de aviso.

El consejero de Presidencia de la Junta, Antonio Sanz, indicó que no se alcanzaron niveles preocupantes de toxicidad en el aire, que se estaba continuamente monitorizando, y que tampoco existe ningún problema con la red del agua, pues se implantaron mecanismos de aislamiento en la depuradora de Ranilla para impedir cualquier vertido contaminante.

Ecologistas en Acción informó de que los productos químicos que se están quemando en el incendio son “altamente perjudiciales para la salud”, por lo que instó a la Junta a que desplazara al lugar una estación móvil para medir la calidad del aire. Estos productos provienen de compuestos químicos orgánicos peligrosos y altamente inflamables. La organización abogó por priorizar la protección de la salud de la población, por lo que reclamaron a las autoridades que implantaran medidas como un control efectivo de todos los depósitos de residuos peligrosos, tener una reacción efectiva para la población, e incluso tener un control del tipo de productos que se pueden estar emitiendo.

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