"Andalucía es mucho más que la diversión de los jubilados del norte"

Poder. Sustantivo y verbo. En el diccionario de la RAE, del primero: "gobierno de un país", y del segundo: "ser más fuerte que otro, ser capaz de vencerle".

Es lo que quiere Podemos. Lo que busca. A lo que está dedicado desde su éxito en las elecciones europeas. Y a reclamarlo viene hoy a Sevilla su líder, Pablo Iglesias. El secretario general de esta organización que ha dejado atrás la condición de emergente tiene "muchas ganas" de volver a Andalucía. Cuenta que recuerda "con mucho cariño" la ocasión en la que estuvo en Sevilla con motivo de la campaña electoral, en un acto en el que detectó en la gente el "acercamiento" a su discurso y sobre todo las "ganas de cambio".

Esta última palabra, cambio, se repite como una letanía -o con el ritmo de un martillo neumático- en boca de Iglesias, machaconamente, durante la breve charla telefónica que mantiene con este periódico poco después de haber aterrizado en Madrid en un vuelo que lo trae de Estrasburgo. Desde que pone los pies en España, Iglesias vuelve con su equipo a volcarse de lleno en la preparación milimétrica de la que ya ha sido etiquetada de antemano por Podemos como una jornada histórica. Un hito. El partido está convencido de que el próximo 31 de enero puede ser, "va a ser", asegura Iglesias, un antes y un después en el proceso de transformación del marco político de este país. Para esa fecha está convocada en Madrid la Marcha del Cambio.

Explicar qué se propone Podemos ese día es el motivo principal del mitin que Iglesias ofrece hoy en Sevilla. Eso y el reclutamiento para la causa del mayor número de adeptos posible. Esto parece casi asegurado: la organización del acto apenas tuvo tiempo para colgar el No hay billetes. A las pocas horas de haber dispuesto las invitaciones en internet el aforo del auditorio del Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla se había completado. La respuesta será masiva. Iglesias está exultante.

El líder de Podemos asegura que tiene una "relación especial" con la capital andaluza, a la que llega en los albores del "año del cambio", como llama a 2015, en el que empezará a vislumbrarse el "Gobierno de la gente". Para Iglesias, la elección de Sevilla para propagar esa idea tiene un simbolismo claro, pues se trata del marco idóneo en el que empezar a transformar "Andalucía, que es un país muy particular, con unos registros de paro, datos de malnutrición infantil y pobreza alarmantes".

Un lugar, "el sur", reivindica el dirigente de Podemos, "con mucho orgullo y dignidad" en el que "demasiada gente lo pasa mal mientras los jubilados del norte van a divertirse. Y Andalucía es mucho más que eso".

En el diagnóstico que hace Iglesias de ese estado de cosas en esta comunidad autónoma la responsabilidad recae sobre el Ejecutivo que preside Susana Díaz, que "no ha servido para modificar las políticas de austeridad". En ese Gobierno está IU, que a juicio de Iglesias tendría que dar un giro de 180 grados, con el "reconocimiento del error de su gestión política", para siquiera contemplar la eventualidad de un acercamiento. Con los socialistas... "PSOE y PP tienen un discurso muy parecido", repite. Así que el "verdadero cambio" -otra vez esa palabra- "está en Podemos", formación a la que las encuestas auguran el éxito.

-Somos muy prudentes con ellas. Les prestamos la misma atención que cuando no salíamos. El resultado que importa es el de las elecciones. Y ahí echo mano del Cholo Simeone: vamos partido a partido.

Hoy en Sevilla hay una sesión de entrenamiento de enjundia. De puertas abiertas, con admiradores, algunos de los cuales han podido llegar a torcer el gesto al conocer algunos episodios protagonizados por sus dirigentes, como el ocurrido en Sevilla con la jefa de Podemos y su visión, después reconducida, de la Semana Santa. Casi nada en Sevilla. En Andalucía. Iglesias lo tiene claro, y tras aprovechar la ocasión para denunciar que hay adversarios capaces "de acusarnos de lo que sea, hasta de la muerte de Kennedy", se explaya: "La Semana Santa trasciende lo meramente religioso, va mucho más allá, forma parte de la cultura del pueblo andaluz, es patrimonio de Andalucía, y sobre eso no hay discusión". Después revela que tiene un primo costalero. Y no es del PP, es de Podemos.

La jornada de hoy tendrá pasión. Pero de la otra. Es lo que quiere Iglesias. Que la Marcha del Cambio del día 31 en Madrid empiece a calentar motores.