La Junta vuelve a exigir a Endesa que negocie con los alcaldes

El consejero de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, volvió ayer a calificar de "intolerable" la decisión de Endesa de "abandonar" la mesa de negociación y "no querer" renovar los contratos con más de un centenar de ayuntamientos andaluces. Pizarro explicó en rueda de prensa en Algeciras que existe un decreto que "ha de cumplirse" y lamentó que la empresa "se levantase de la mesa sin dar explicaciones".

El consejero expresó la voluntad de la Administración de buscar una solución a este tema y aseguró que se ha alcanzado un acuerdo con los ayuntamientos para que cumplan con el contrato. "Se trata de garantizar el suministro a estos municipios y es una obligación recogida en un decreto", expresó.

El consejero de Gobernación criticó que Endesa se levante de la mesa, "más aún cuando se estaba avanzando en un posible acuerdo de compromiso por parte de los ayuntamientos para cumplir los nuevos contratos". En este sentido, Pizarro indicó que, según le trasladó el presidente de la FAMP, "las negociaciones iban por buen camino".

Por esta razón, Pizarro reclamó a Endesa que vuelva a sentarse a negociar con la FAMP "para garantizar la energía a esos ayuntamientos". Sobre cuáles son los municipios afectados por los posibles recortes de luz a partir del 31 de diciembre, Pizarro no concretó cuáles son e indicó que "serán los que no han alcanzado un acuerdo con la empresa".

El 1 de enero entra en vigor el decreto que aprobó la liberalización del mercado energético y que obligaba a los clientes con un consumo superior a 10 kw a sacar el suministro a concurso para contratarlo con una comercializadora a precio libre. La FAMP denunció el pasado jueves esta situación y explicó que para algunos municipios no es tan fácil conseguir contratar a una nueva suministradora, ya que comomuchos concursos de adjudicación del suministro que han convocado quedaron desiertos porque no se ha presentado ninguna compañía. El presidente de la FAMP, Francisco Toscano, aseguró que el problema es que "muchas empresas se niegan a contratar con algunos municipios porque no se fían de ellos para que les paguen". Ese centenar de municipios tienen la amenaza de quedarse a oscuras tras las campanadas.