Crisis en el PP de Cartaya a 10 días de las elecciones

A diez días de las elecciones municipales, la expulsión de dos concejales del equipo de gobierno cartayero (formado por ICAR y PP) ha destapado la caja de los truenos en la agrupación popular de Cartaya. Los otros dos concejales populares que formaban parte del gobierno de coalición apoyaban ayer, vía comunicado, la decisión de cesar a sus compañeros y la reacción del partido no se hacía esperar: los ediles tendrán que rectificar o serán expulsados del partido al ser considerados tránsfugas.

A juzgar por el comunicado enviado, no parece que los concejales que se mantienen en el gobierno local tengan intención de dar marcha atrás. El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Cartaya, el popular Carlos Pérez, aseguraba el apoyo "del resto de miembros del grupo municipal popular" al cese de los concejales Gabriel Maestre y Manuel Barroso. Pérez aseguró que "se trata de una decisión consensuada por el equipo de gobierno y adoptada con el apoyo del resto de miembros del mismo, incluidos los otros dos del grupo municipal popular, por considerar que todos los partidos deben respetar las mismas reglas de juego democráticas". El cese se produce, según el Consistorio, por el incumplimiento del pacto alcanzado entre los partidos respecto a la colocación de cartelería y pancartas para la campaña electoral. Una crítica que rechaza el PP, que asegura que no ha incumplido la legislación electoral.

¿Cuál es entonces el motivo de fondo? Los populares acusan a los independientes de tener ya amarrado un pacto con el PSOE; el PSOE lo niega en rotundo. Y fuentes populares recuerdan que los dos concejales que permanecen en el equipo de gobierno han quedado fuera de la lista en estas elecciones.

Pérez salió también al paso de la lectura que sobre la situación está haciendo el PSOE, "que también suscribió el acuerdo y se mostró abiertamente en contra de la actuación de estos dos concejales populares, exigiendo incluso una actuación tajante, y ahora va criticando la decisión del alcalde en una absoluta falta de coherencia y de principios". A estas alturas, subrayó Pérez, "es absurdo hacer otras lecturas partidistas y equivocadas de la situación".

La lectura desde su partido, que da por roto el pacto de gobierno, era bien distinta. Desde la dirección provincial aseguraban que se reclamará a los dos concejales díscolos que renuncien a sus competencias y dejen el equipo de gobierno; en caso contrario, se tramitaría el correspondiente expediente de expulsión y se les daría la calificación de tránsfugas. Esta ruptura es el punto culminante de una tensión larvada en el PP de Cartaya que llevó a un grupo de militantes a reclamar incluso por burofax la convocatoria de un congreso local en 2013. A unos días de las municipales, esa tensión se ha transformado en ruptura total.