Jaén, una ciudad en vía muerta

El PP no tiene en los sondeos augurios tan negativos como en otras capitales y aspira a revalidar la mayoría absoluta frente a un PSOE dividido y el avance de los partidos emergentes

Enrique Fernández de Moya con la ministra Fátima Báñez en un acto electoral del PP.
M. B.

20 de mayo 2015 - 01:00

Si el Ayuntamiento de Jaén (116.000 habitantes) hubiera sido una empresa privada hacía tiempo que habría sido devorado por la ruina y habría desaparecido, no quedarían de él ni los pomos de las puertas, y su consejo de administración, la corporación municipal, estaría en el paro. El Ayuntamiento de Jaén es uno de los más endeudados y morosos de España: aunque ha mejorado, gracias al oxígeno del Gobierno, tarda en pagar a sus proveedores una media de más de cien días, cuando el Período Medio de Pago (PMP) es de 24. Así que la demora se quintuplica, con un gobierno local incapaz de acercarse un mínimo al cumplimiento de la ley de morosidad aprobada por el Gobierno de Rajoy y que obliga a las administraciones públicas a cumplir sus deberes con los proveedores en los 30 días naturales siguientes a la entrada en el registro de las facturas. En el propio Ayuntamiento se dice que es un milagro que pueda seguir prestando servicios. La roncha del Ayuntamiento de Jaén -mayoría absoluta del PP, alcalde José Enrique Fernández de Moya, candidato a seguir en el cargo- es, según sus gestores, de 460 millones. La oposición -o sea, el PSOE- habla de 700.

Éste es el panorama que se encontrará el gobierno que propicien los resultados en las urnas el 24-M, ya sea por mayoría absoluta o por la aritmética de pactos ulteriores. Según los sondeos, no es ni de lejos el peor escenario para el partido que gestiona al día de hoy la capital jiennense. El PP, dominador del mapa municipal andaluz, tiene muy claro que se desplomará mucho más en otras grandes ciudades y que para mantener al frente de los gobiernos locales de las principales urbes a sus candidatos tendrá que llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas. Quizás es Fernández de Moya uno de los que mejor situado está en las apuestas... a pesar de lo dicho sobre la situación del Consistorio. Fiel al discurso sistemático del PP, no se cansa el alcalde a la hora de insistir que el agujero financiero del Ayuntamiento de Jaén es la herencia funesta del bipartito PSOE-IU que gobernó la ciudad antes de las elecciones de 2011.

Puede verse menguado el PP en dos concejales, auguran las quinielas. Los 16 de los comicios de hace cuatro años constituyeron un pelotazo difícil de repetir. Pero alcanzar 14 ediles el próximo domingo permitirá al equipo de Fernández de Moya continuar su gestión en solitario, el modelo que él defiende como único y necesario para sacar a Jaén de la vía muerta en la que se encuentra: la esclerosis de la ciudad la ilustra muy gráficamente el tranvía que iba llevar la modernización a la capital con cerca de 5 kilómetros y que se ha quedado en espejismo después de haber circulado sólo en pruebas tras una inversión de la Junta de 120 millones. Ahora, los coches aparcan sobre sus vías.

Los cuidados paliativos para Jaén corren a cargo de un paisano, Cristóbal Montoro. El PP vende precisamente este hecho: si de un lado acusa a la Junta del estrangulamiento de la capital, de otro proclama que el Ejecutivo de Rajoy ha sido el que ha aplicado el tratamiento de choque y la respiración asistida en forma de tres planes de pago que han permitido rebajar la deuda con los acreedores.

En la preparación del asalto al bastión popular en una provincia visceralmente socialista, el PSOE no termina de ver que se disipen las nubes. El pronóstico no habla de un domingo soleado para la candidatura de Manuel Fernández -funcionario de la Diputación y secretario local del partido-, que ha tenido que dedicar más tiempo a bregar con la bronca interna tras los resultados electorales de 2011 que a diseñar un programa que, como poco, mitigue la desconfianza de los electores hacia las siglas de su partido: hay demasiados jiennenses a los que no hace falta que el PP les bombardee con la propaganda de que han sido los socialistas -y sus aliados de 2007-2011, IU- los que han arruinado Jaén. Este rechazo se ha traducido en las previsiones demoscópicas: los diez concejales socialistas de la actualidad bajarían a ocho.

Con esa hemorragia se alimentarán los emergentes. Todo apunta a que será la agrupación de electores Jaén en Común (JeC) la que más engorde, sobre todo tras vampirizar a IU: de los 29 integrantes de su candidatura, una decena eran miembros de la asamblea local de la formación de izquierdas. Su candidato es Manuel Montejo, del Frente Cívico de Anguita, organización que comparte espacio en este JeC con gente de Podemos, Equo, SAT y Ecologistas en Acción. En esta parte del abanico compiten también para entrar en el Consistorio de Jaén UPyD -cuarta fuerza en 2011, que no obstante no consiguió ningún edil- y Ciudadanos. El candidato del partido de Rosa Díez es Manuel Ballestero, que se encontró con el liderazgo de la lista tras la renuncia de quien iba a ocupar ese puesto tras las primarias, Luis Serrano Barbie. Pero éste, tras el desastre de las autonómicas, fue uno de los que emprendió el éxodo, recalando precisamente en C's. Al partido de Rivera, comandado por Salud Anguita, las encuestas le conceden hasta tres concejales, las mismas que borran a IU del mapa de Jaén, condenando de antemano a la lista de María del Mar Torres Pulido a la desaparición.

El salteado de partidos en el 24-M jiennense lo completan formaciones residuales como PA, Vox, Pacma y SAIn.

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