"La vida del político no es ningún chollo"

No lleva demasiados años metido de lleno en la política activa pero da tanta caña en los plenos del Ayuntamiento de El Puerto que parece ya uno de "los inmortales" cuyas trayectorias se reflejan en otra de las páginas de esta misma sección.

David de la Encina nació en Ceuta hace 44 años, hijo de un marino mercante activo militante de izquierdas y de África, una ama de casa que convirtió en matriarcado a su extensa familia de ocho hijos.

Aunque siempre vivió el ambiente de la política en su casa, fue su hermano Salvador, 13 años mayor que él, quien se convirtió en su ejemplo a imitar, primero porque siguió sus pasos al estudiar Derecho tras ver cómo Salvador ayudaba a la gente con esa profesión, y después porque también su hermano fue durante muchos años un socialista activo que llegó a ser diputado nacional durante cuatro legislaturas, además de delegado provincial de la Junta.

Tras vivir en varias ciudades de la geografía nacional, David de la Encina se instaló en El Puerto en la primera década del siglo XXI, ciudad en la que recaló por su puesto de trabajo como coordinador del programa Andalucía Emprende en la provincia, organismo dependiente de la Junta de Andalucía.

Es militante del PSOE de El Puerto desde el año 2000, pero fue varios años después, poco antes de las elecciones de 2007, cuando dio el paso de la militancia de base a la activa, y todo por culpa de una zanja. "Recuerdo que vivía entonces con mi primera mujer en la calle Larga y justo delante de mi casa abrieron una zanja. Allí se llevó días y días sin que nadie hiciera nada y me planteé, si a mí me está costando tanto que alguien me solucione este simple problema, qué dificultades no encontrarán otros vecinos ante problemas mucho más complicados". Y así empezó poco a poco a interesarse por el mundillo de la política municipal hasta que Ignacio García de Quirós le llevó "de relleno" en su lista a las municipales en 2007. No salió en un primer momento, pero sí cuando quedaban nueve meses de mandato por la marcha de Paco Ferrer. Desde ahí ya fue todo muy rápido y en 2011 era el número tres de la candidatura, un periodo del que recuerda sobre todo su amistad con Joaquín Corredera, "mi maestro, del que aprendí casi todo lo que sé de la política municipal".

Ya en el año 2013 se produce el relevo en el PSOE a un doble nivel: por un lado, en la portavocía del grupo municipal, y por otro, en la secretaría general del partido en El Puerto, cargos que sigue compatibilizando.

Asegura que ahora que es candidato no ha intensificado su actividad, que ya viene siendo muy intensa desde hace casi tres años, desde que es portavoz del PSOE. "La gente se cree que ser político es un chollo pero no es así en absoluto, yo como en el coche tres días por semana porque salgo de trabajar en Cádiz y me compro en el Mercadona unos frutos secos, unas barritas energéticas y un plátano y a seguir trabajando por la tarde en la sede del partido. Me molesta que se meta a todos los políticos en el mismo saco y no se respete nuestra labor. Hay políticos corruptos al igual que hay policías corruptos o jueces malos . Hay que tener un gran respeto por la labor de los políticos, de los buenos políticos", afirma.

Tiene la suerte de que su mujer es tan entusiasta como él de su labor. Dos días en semana se hace cargo de sus hijos por las tardes (fruto de su primer matrimonio) y ahí ellos son la prioridad absoluta. "Mi agenda se organiza en torno a ellos, pero tengo la virtud de ser muy organizado y al final saco tiempo para todo. Para mí es un orgullo representar a mis vecinos", concluye.