Las entrañas del Egopa

Por sus siglas habrá muchos lectores que posiblemente no sepan decir qué es el Egopa. Si se detallan las palabras que se esconden detrás de cada letra la probabilidad aumenta. El Estudio General de Opinión Pública de Andalucía -con dos ediciones al año, en invierno y verano- es un trabajo que por su reconocida trayectoria se ha convertido en toda una referencia dentro y fuera de la comunidad.

En la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Granada se encuentra el Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía (Cadpea), en cuyas dependencias se elabora el Egopa. Un sondeo que el pasado verano se canceló debido a la incertidumbre política del momento, según apunta la directora del Cadpea, Carmen Ortega, quien incide en la "independencia" de este trabajo científico.

En la confección de la encuesta intervienen los investigadores Ángel Cazorla y Juan Montabes -dirigidos por Ortega-, dos técnicos (Esperanza Estévez y Virginia Santofimia) y una veintena de encuestadores, asistidos todos ellos en labores de Secretaría por Pilar Soria.

A primeros del pasado mes de noviembre comenzaron a trabajar en la elaboración de la edición de invierno del Egopa. Una vez diseñado el cuestionario -que se ensaya previamente para ver si engancha a los encuestados- se pasa al trabajo de campo. El proyecto se encuentra actualmente finalizando esta fase. Consiste en la realización de 3.200 llamadas repartidas entre las ocho provincias andaluzas. Los encuestadores son alumnos de la Universidad de Granada que reciben una beca por formación y trabajan dentro del Laboratorio de Encuestas Telefónicas (CATI).

Carmen Ortega prevé que la labor estará concluida a lo largo de esta semana. A continuación, se procederá a depurar los datos recabados, acometer la explotación estadística (comparativa con la evolución de los últimos seis años) y, por último, aplicar la cocina. O lo que es lo mismo, establecer el método de estimación del voto. "Un resultado que centra toda la atención de los medios de comunicación pero para el trabajo científico hay otras cuestiones mucho más interesantes", apunta la directora del Cadpea.

Esperanza Estévez y Virginia Santofimia velan por el correcto funcionamiento de las distintas llamadas. Si salta alguna incidencia, ellas prestan asistencia a los alumnos que lo precisan. "El sistema CATI nos permite mayor control del trabajo de campo en cualquier momento. Procuramos que la llamada a las ocho provincias sea proporcional. Por ejemplo, no llamar siempre a municipios de menos de 2.000 habitantes y al mediodía llamar a las capitales", apunta Estévez.

La idea es conseguir siempre un perfil de público diferente para que la riqueza de las opiniones, según indica Santofimia, "esté garantizada". A eso hay que sumar el hecho de que la muestra de números telefónicos es "aleatoria".

Esta compleja tarea no está exenta de anécdotas. Virginia Santofimia recuerda que en el último Egopa, un encuestado de Huelva informó al encuestador que Antonio Maíllo (actual coordinador regional de IU) "estaba enfermo antes de que esta información trascendiera a la prensa". Otro ejemplo. Hace unos días un hombre intentó evitar pronunciarse sobre el cuestionario, pero "su hija le escuchó y le dijo que accediera a la propuesta al tratarse del Egopa". Un sondeo más que consolidado que a primeros de 2017 volverá a salir a la luz.