"El sector debe invertir más en promoción, hay que cambiar una inercia de décadas"
Rafael Rodríguez. Consejero de Turismo y Comercio
El consejero ensalza la impronta de IU en su departamento: "Se hace más con menos y se cuenta con la participación de todos" Pide a las empresas que creen empleo y no sólo engrosen beneficios
-Dígame tres cosas fundamentales en las que se note la impronta de Izquierda Unida (IU) en la Consejería de Turismo y Comercio.
-Cuando asumimos la Consejería nos planteamos tres aduanas a superar en esta legislatura: demostrar que somos una formación solvente, que implementamos políticas nuevas y que las desarrollamos de forma diferente. Así, nuestro sello se nota en que gestionamos los recursos públicos de manera óptima: con menos presupuesto multiplicamos los resultados; en que apostamos por el diálogo, la participación y la transversalidad para definir nuestros objetivos y estrategias; y en que obtenemos resultados positivos: Andalucía lidera todos los rankings de crecimiento de viajeros y pernoctaciones, y en materia de comercio, igualmente.
-Póngame ejemplos de su forma de hacer más con menos...
-A nuestra llegada a la Consejería nos encontramos con un presupuesto que era un 80% menor al de hace tres años, pero con una gestión planificada, ordenada y eficiente estamos logrando éxitos. La nueva campaña de publicidad de Andalucía se ha adjudicado por un tercio de lo que costó la anterior hace seis años: 650.000 euros frente a 2,1 millones. Hemos ahorrado unos dos millones de euros en adjudicaciones externas en estos dos años: la dinámica que existía era la de que externalizar casi todos los trabajos, con lo que se disparaban los presupuestos y no se aprovechaban los recursos humanos internos. También hemos reducido o eliminado patrocinios difícilmente sostenibles: tres millones para un torneo de golf, 5,5 millones para las motos de Jerez...
-¿Y en qué se nota esa apuesta por el diálogo con el sector?
-Sólo hay que ver que, en la elaboración de todos nuestros planes, han participado más de 2.000 personas. Así conseguimos que aquéllos no vayan a rellenar estanterías, sino que sean operativos de verdad. Somos conscientes de que con esa participación, dándole el poder a la gente, todo va más lento, pero se llega más lejos. Nuestra obsesión es explicar de manera permanente lo que hacemos, pero no sólo desde las atalayas o tribunas, sino desde el contacto directo con el sector. De hecho, a finales de mes el equipo que capitanea esta consejería, encabezado por mí, empezará una ronda de asambleas con los agentes turísticos y comerciales en todas las provincias. Esto no se ha hecho nunca por parte del Gobierno de Andalucía, pero nosotros pensamos que un gobierno que no sea capaz de rendir cuentas y hacerlo con claridad o tiene complejos o no está convencido de lo que ha hecho.
-Puede que alguno piense que este acercamiento de IU a la población es una reacción al auge electoral de otras formaciones de izquierdas...
-En absoluto. Ya lo hicimos el año pasado y lo único que cambia en esta ocasión es que el equipo lo lidero yo. Esta medida no es anecdótica en la acción de la Consejería. Basta observar que el primer acto que hicimos cuando tomamos posesión fue una asamblea estratégica en Torremolinos en la que participaron 200 personas de todos los sectores y de donde salieron las ideas que ahora estamos poniendo en marcha.
-En materia turística, este diálogo se ha materializado en un plan de promoción único para Andalucía, pero ahora el reto está en que la parte privada se involucre en la inversión y no sólo en el planteamiento de ideas...
-Así es. Ha sido un gran logro unir a todo el sector en torno a un plan para evitar despilfarros absurdos (hacer tres veces promoción en el mismo sitio por parte de Junta, patronatos y ayuntamientos) y coordinar mejor los recursos. Sin embargo, que el sector empresarial ponga dinero para financiar las acciones es más complicado. Hay una inercia en Andalucía que apunta a que, en materia de promoción turística, toda la apuesta la tiene que hacer la Junta, es decir, que el dinero salga del bolsillo de los contribuyentes. Pero nosotros pensamos que también debe haber una implicación por parte de la iniciativa privada, ya que son los principales beneficiarios de los flujos turísticos.
-¿Les está resultando más complicado de lo que creían?
-Estamos chocando con una inercia de décadas que cuesta cambiar. Se hará poco a poco, pero es importante que el sector sepa que, en estos momentos de sacrificios en pilares tan fundamentales como educación, sanidad o dependencia, estamos destinando 25 millones al año a promoción turística. Y esto debe ser complementado con un esfuerzo por parte de los empresarios (aparte del que hacen como firmas individuales) para posicionar a Andalucía como destino turístico.
-En la lucha contra la estacionalidad, la Junta invertirá 15 millones en seis años y espera que el sector aporte una cantidad similar, ¿cómo va la cosa? ¿las empresas están dando pasos?
-Aún es pronto, pero algunas ya lo estudian. La mitad de la planta hotelera del litorial cierra en invierno y esto hay que cambiarlo con dos medidas: procurando que vengan más turistas -la promoción juega un papel clave aquí- e incentivando a los hoteles para que abran. En este sentido, proponemos a los ayuntamientos que les bajen impuestos como el IBI y el IAE, y nosotros desde la Consejería les ofrecemos beneficios en promoción turística, como pagar menos por estar en ferias internacionales. No puede tener el mismo trato con la Junta el empresario que, cuando llega noviembre, echa la persiana, que aquél que pese a que su beneficio disminuye, se queda abierto todo el invierno. Éste demuestra una responsabilidad turística, social, laboral y territorial mucho mayor.
-Le he visto quejarse en múltiples ocasiones de que no se genera empleo en Andalucía al mismo ritmo que crece la actividad turística, ¿qué perspectivas tiene de cara a este verano, mejorará el tema?
-Lo que no va bien es el empleo hotelero, que es precisamente el que debería ir en sintonía con los indicadores. El año pasado cerró con un descenso de trabajadores del 2,3%, pese a subir el volumen de turistas, pernoctaciones e ingresos. En los cinco primeros meses de 2014, las cosas siguen sin cambiar. El resto del empleo turístico sí funciona mejor, pues incrementó los ocupados un 3% en 2013 y un 4% en lo que va de año. En este escenario, la Consejería tiene que hacer algo. Por ello, aquellos empresarios turísticos que apuesten por el trabajo tendrán un trato preferente en materia de subvenciones y de promoción. Además, hemos introducido dentro de los Premios Andalucía del Turismo uno específico para compañías que destaquen por volcarse con el empleo, ya que el trabajador es el nexo de unión entre la oferta turística y el cliente. Si hay menos empleados y cada vez más trabajo significa que se pierde calidad en el servicio. Y todos sabemos que un cliente insatisfecho es la peor campaña de promoción que se puede tener.
-¿Por qué en el área hotelera se comporta peor el empleo?
-Ha habido una etapa complicada en la que la rentabilidad hotelera ha bajado mucho por la crisis y el ajuste de precios, y ha aparecido una tendencia muy negativa para el sector y la calidad del destino turístico: trasladan la mejora de la ocupación sólo al margen de beneficios, mientras que los costes salariales se mantienen o disminuyen. A nivel de ocupación, los datos del año pasado fueron tremendamente positivos, pero sin embargo eso no se notó en el empleo.
-Y a esto se suma la temporalidad y precariedad de muchos de los trabajos que se ofertan...
-La precariedad viene inducida por la reforma laboral, sobre todo, por el impacto que está teniendo en los contratos a tiempo parcial, que se están utilizando en algunos casos con un evidente fraude de ley.
-En Fitur comentó que la Consejería estudiaba realizar una calificación de la planta hotelera en función de la creación de empleo, ¿se acabará implementando?
-Estamos viendo cómo articular el tema. Ahora hay un preborrador que está circulando y se está estudiando, y la meta es que esté acabado en esta legislatura. La Consejería lo que quiere es que, en la consecución de estrellas por parte de un hotel, también pese el empleo que genera y la calidad del mismo. Es un tema complejo, nada fácil, pero queremos introducir que la apuesta por el trabajo y los trabajadores cualificados forma parte de la calidad del destino turístico. Un hotel será de cinco estrellas si tiene infraestructuras, servicios y entorno de cinco estrellas, pero sólo si también cuenta con un personal de cinco estrellas.
-¿Cree que los hoteles se mostrarán reacios a esta cuestión?
-Es posible que nos encontremos con reticencias por parte del sector porque las inercias son las que son. Y no queremos imponer nada a priori, sino procurar que entiendan que es beneficioso para todos. Pero al final tendremos que legislar.
-¿Cuándo estará lista la regulación de los apartamentos turísticos?
-Hemos elaborado un decreto que, en septiembre u octubre, será aprobado por el Consejo de Gobierno. Estimo que para principios de 2015 estará plenamente vigente. Somos conscientes de que hay miles de andaluces que tienen una segunda vivienda y la ponen en valor como fuente complementaria de ingresos. Queremos que sigan haciéndolo, pero desde la regulación absoluta, la competencia leal con el resto de operadores turísticos y la solidaridad fiscal. Ésta es la filosofía de este decreto de viviendas de uso turístico, que no persigue recaudar ni poner límites.
-Pero establece sanciones...
-Bueno, sí. Habrá un mecanismo de control, de modo que todo el que se publicite por cualquier vía en el mercado turístico tendrá que publicar su número de registro. Si no, se entenderá que es clandestino y se levantará la sanción correspondiente. Es un decreto muy dialogado que ha alcanzado un gran consenso con todos los interlocutores.
-Cuando llegó al Gobierno andaluz se propuso que Comercio no fuera la hermana pobre de la Consejería, ¿lo ha logrado?
-Sí. Se está haciendo un trabajo encomiable y, si hay algún ámbito en el que esta Consejería está tomando partido, es en el de la actividad comercial por su gran aportación a la economía andaluza. Gracias a esta apuesta hemos logrado elevar un 14% el presupuesto de Comercio para 2014 y ya representa el 30% del total del departamento.
-El turismo aportó en 2013 en torno al 13% del PIB regional y el 10% del empleo, ¿cuál es el impacto del comercio?
-Representa aproximadamente el 12% del PIB y el 14% del empleo, unos 500.000 trabajadores (frente a los 329.000 turísticos). Y dentro de esta actividad, el pequeño comercio es el que concrenta el empleo de mayor calidad. Es el que, sufriendo la crisis en sus carnes con mayor gravedad, menos trabajo destruye. De ahí nuestra apuesta decidida para que este formato pueda competir con otros en condiciones cercanas a la igualdad.
-Aquí se enmarca su recurso de inconstitucionalidad al decreto ley de horarios y rebajas comerciales del Gobierno central...
-Todo lo hacemos por apoyar al pequeño comercio de Andalucía porque es el que vertebra a nuestros pueblos y ciudades y a nuestra economía. Es el que genera más empleo y el de más calidad dentro del sector comercial, y es el que está en mayores condiciones de desigualdad a la hora de competir con los grandes formatos comerciales. Por lo tanto, no nos escondemos y tomamos partido hasta mancharnos.
-¿No teme que se piense que en Andalucía no se favorece a los grandes formatos comerciales, que también generan empleo?
-El Gobierno andaluz no está en contra de ningún formato comercial. En estos momentos en Andalucía hay 375 grandes centros comerciales y 75 licencias concedidas para otros tantos que no están ejecutadas. Tienen una presencia importante y deben seguir teniéndola. Esta Consejería está a favor de la libre competencia, pero un gobierno de izquierdas debe apoyar a los más débiles, a los que están en condición de mayor desigualdad.
-Otra de sus luchas ha sido la de imponer una tasa a las grandes superficies comerciales, pero se encontraron con la oposición de su socio de Gobierno, ¿tiran la toalla?
-Ésta es una cuestión que, desde IU, creemos importante. Es un impuesto a las grandes superficies minoristas para recaudar recursos con los que financiar el plan de reactivación comercial. No lo tenemos descartado, aunque no se va a ejecutar a corto plazo porque no existe el acuerdo necesario. Dejémoslo aquí, me da melancolía hablar de lo que no se puede hacer.
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