desabastecimiento

La fiebre del Ozempic agota sus existencias en Andalucía

Algunos ejemplares de Ozempic con los que contaba la semana pasada en su farmacia de Sevilla el boticario Joaquín Venegas.

Algunos ejemplares de Ozempic con los que contaba la semana pasada en su farmacia de Sevilla el boticario Joaquín Venegas. / Juan Carlos Muñoz

¿Tenéis Ozempic? Es la pregunta estrella al descolgar el teléfono en el barrido de llamadas realizadas por este medio a oficinas de farmacias desde una punta a la otra de Andalucía. Desde Huelva a Almería, pasando por Sevilla, Cádiz, Córdoba, Granada, Málaga y Jaén. La respuesta se repite: "Es difícil que nos llegue". La demanda es "altísima" y el desabastecimiento generalizado y continuado en el tiempo desde hace ya aproximadamente un año que se disparó la demanda. Aunque en España está aprobado y se receta desde 2017, su fama parece haber estallado en los últimos meses, lo que ha provocado problemas de desabastecimiento y una obsesión por hacerse con estas preciadas inyecciones.

"El nivel de servicio que tenemos en Andalucía de la presentación de un miligramo es aproximadamente del 5%, esto significa que de cada 100 unidades que pedimos al laboratorio desde la distribución, sólo nos envían cinco", explica al ser preguntado por este desabastecimiento Nacho Pérez, director de Relaciones con la Industria y Comunicación Bidafarma, la mayor distribuidora farmacéutica de Andalucía. 

Ozempic es un fármaco inyectable semanal que contiene el principio activo semaglutida y ha demostrado en ensayos clínicos propiciar una pérdida de peso de alrededor del 15%. Ccomo indica la Agencia Española de medicamentos, "ayuda al cuerpo a reducir el nivel de azúcar en sangre cuando dicho nivel está demasiado elevado y puede ayudar a prevenir una enfermedad cardiaca". "Se usa para tratar a adultos (a partir de los 18 años de edad) con diabetes tipo 2 cuando la dieta y el ejercicio no son suficientes", agregan. Funciona mediante la imitación de una hormona que regula el apetito y crea la sensación de saciedad, ante lo cual se ha demostrado que puede producir una reducción promedio del 6 al 15% del peso corporal en un año. 

Pero, ¿qué hay detrás de esa fiebre que hace tan complicado hacerse con este fármaco? Los expertos alertan de un "uso ilícito" que, a pesar de ser un medicamento que debe prescribir un médico, y de su precio, en torno a los 128 euros, está provocando que el único laboratorio que lo produce, Novonordik, no de abasto. 

"Se trata de un uso como adelgazante debido a que disminuye el apetito y, además, aumenta la ingesta calórica, con lo cual ayuda a perder peso de una manera bastante significativa y sin grandes esfuerzos", afirma el vicepresidente del Consejo de Colegios Oficiales Farmacéuticos de Andalucía (CACOF), Ernesto Cervilla. "Si es cierto que si con el tiempo no se mejoran los hábitos de comer y se acompañan con ejercicio físico, en el momento en el que dejes de ponerte el medicamento, se vuelve a recuperar el peso", añade. 

Coincide con él el especialista en Endocrinología y Nutrición en el Hospital Vithas Sevilla y en el Hospital Virgen Macarena, Cristóbal Morales. "Es un fármaco asociado a un estilo de vida, pero no son fármacos adelgazantes", sentencia. El consejo siempre es la prescripción, el control y el seguimiento médico. No se puede acceder a él fuera de equipos expertos multidisciplinares", afirma el sanitario.

Entretanto, el desabastecimiento viene de largo. Este periódico ya avanzó hace justo un año lo que parecía que estaba ocurriendo con el Ozempic, ya que en los últimos meses de 2022 no paraban de aumentar los usuarios que compartían vídeos en plataformas como Instagram o TikTok en los que alardeaban de cómo una simple inyección les había ayudado a perder peso bajo etiquetas como #MyOzempicJourney. Sin embargo, los expertos ya lanzaban la voz de alarma y recordaban que no debía tratarse como un mero producto milagro dado que, como todos los tratamientos, tiene efectos secundarios.

"Es de esos fármacos en torno a los que, de manera errónea y, quizás, involuntaria, se ha creado un efecto boom milagroso que, como consecuencia, da lugar a otro efecto llamada entre la población", indica desde detrás del mostrador de su farmacia en Sevilla Joaquín Venegas. "Es en su capacidad de acción saciante en la que radica su mal uso", añade.

La llamada fiebre del Ozempic ha llegado a su farmacia de la calle Corral del Agua, en el sevillano barrio de Pino Montano. El boticario asegura que "es innumerable" la cantidad de veces que llegan pacientes preguntando por este producto al igual que lo son los anuncios que se publican en la aplicación que utilizan los farmacéuticos para buscar en otros centros los medicamentos que ellos no tienen. "Muchísimos pacientes lo buscan y todas las farmacias lo demandan", apostilla. 

Sobre la periodicidad de entrada de este producto por parte de las empresas distribuidoras, Venegas asegura que es "impredecible". "En general, recibir Ozempic es actualmente misión imposible. Podemos recibir una unidad y a los dos meses la siguiente. Tenemos conocimiento de los grandes esfuerzos que realizan nuestras cooperativas farmacéuticas para poder abastecernos a las oficinas de farmacia de todo fármaco que se demande, pero es una una batalla quizás más internacional. En mi opinión, España puede estar postulándose como un mercado de menos interés, debido al bajo precio que tienen los fármacos", plantea el farmacéutico sevillano.

Su caso es sólo un ejemplo. Según coinciden todos los profesionales consultados en las distintas provincias, de las tres presentaciones que existen de este fármaco, sólo se puede encontrar, "y de manera muy fortuita", la de gramaje menor o de inicio de tratamiento. "La de mayor es a día de hoy imposible", aseguran en mayoría.

Su administración indebida puede acarrear consecuencias muy graves, al igual que la interrupción brusca de su uso. Pero los farmacéuticos andaluces hacen una llamada a la calma. "Hay medicamentos similares que, aunque no son inyectables, sino en comprimidos, tienen el mismo principio activo, por lo cual tienen la misma actividad terapéutica y garantizan el tratamiento a los pacientes diabéticos que lo necesiten. De esa modalidad no hay desabastecimiento y me consta que desde la Administración sanitaria ya se les están dando indicaciones a los médicos para que opten por ellos para paliar esos problemas de suministro continuados con el Ozempic. Además, el laboratorio se ha comprometido a aumentar la producción, aunque eso es complicado porque líneas de producción tienen que cumplir unas medidas muy exigentes y ese aumento se empezará a hacer efectivo, como poco, más de un año y medio después de adoptar esa medida", explica el vicepresidente del CACOF.

Por su parte, desde las oficinas de farmacia también lanzan un mensaje "de serenidad y calma". "Hemos lidiado muchas veces con situaciones de este estilo, y con el gran trabajo que realiza toda la red corporativa esperamos dar solución a esta problemática prontamente", concluye el farmacéutico Joaquín Venegas.

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