Un muro en el corazón de la sierra

En el parque natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche hay algo que no cuadra. Así al menos lo entienden buena parte de sus vecinos. En esta comarca de Huelva, después de 20 años como zona protegida, tras dos décadas de educación ambiental para extender la rentabilidad del desarrollo sostenible y soportar la burocracia garantista con la conservación, contemplan cómo distintas administraciones potencian infraestructuras en las que ven más contras que beneficios. El último ejemplo: la transformación por el Ministerio de Fomento de la carretera N-433 en una vía rápida que atravesará el espacio protegido de este a oeste.

Este proyecto del Ministerio de Fomento apenas reduciría en diez minutos el viaje desde Sevilla a la frontera portuguesa. "A cambio nos levantarán un muro que separa la comarca en dos", sintetiza Miguel López, de la plataforma de vecinos que se ha organizado en Aracena contra la carretera. Ellos ya han aglutinado 3.500 firmas contra la vía rápida, en un pueblo de 7.500 habitantes, y se han presentado 1.500 alegaciones individuales. Además, para hoy está convocada una manifestación.

La N-433 aparece así como la gota que ha colmado la paciencia de esta comarca donde se enclava en segundo parque natural más extenso de Andalucía, un lugar "de soledad quieta, amena", como lo definió el humanista Benito Arias Montano en el siglo XVI. "Los que vivimos en el parque tenemos que soportar innumerables permisos, documentos, trámites para cualquier cosa que queramos hacer, hasta cortar una zarza, mientras que vemos que salen adelante sin oposición proyectos que llegan desde fuera", argumenta López. Así, a lo largo de los pueblos de la sierra se han ido constituyendo en los últimos meses organizaciones que intentan evitar que lleguen a desarrollarse la transformación de la N-433, la construcción del oleoducto que unirá el Puerto de Huelva con la refinería que se quiere levantar en Los Santos de Maimona (Badajoz), el desdoble de la N-435 que atraviesa el parque de norte a sur, el desdoble de la A-461 que une Zalamea con Santa Olalla y la Autovía de la Plata, o el Anillo Hídrico de la Sierra.

"La gente está ya hasta las narices", contesta firme Juan Romero, portavoz de Ecologistas en Acción. "Queremos desarrollo, progreso y bienestar, pero compatible con la conservación del parque natural", responde en un discurso políticamente correcto el alcalde de Aracena, Manuel Guerra (PSOE). Este Ayuntamiento ha rechazado por unanimidad en pleno el trazado previsto por Fomento de la N-433 al paso por la localidad más poblada de la comarca.

"La N-433 apenas tiene tráfico, el proyecto no acorta los trayectos, ni hace mejoras sustanciales en la seguridad, lo que hace es dividir en dos el corazón de la sierra con una carretera que además irá vallada en todo su trayecto", dice el ecologista.

El Ministerio de Fomento no ha querido valorar por qué es necesaria modificar esta infraestructura en vía rápida. La transformación de la carretera nacional se presenta como alternativa al proyecto ya descartado de una autopista que conecte Algeciras con Lisboa. La nueva N-433 se potenciará así como ruta para el transporte pesado, para lograrlo se eliminarán los puntos más peligrosos, se desviará su trazado de los núcleos urbanos y se levantarán alambradas en sus 127 kilómetros de longitud.

Los vecinos de la sierra no ven ningún benéfico en esto y sí demasiados riesgos contra un enclave declarado Reserva de la Biosfera. Mantienen que afectaría a especies amenazadas como encinas, alcornoques o quejigos. El trazado propuesto, añaden, alteraría el nacimiento del río Odiel, puede dañar pozos dedicados al abastecimiento urbano y acabaría con una importante masa de castaños.

"Las posturas alarmistas lo único que pretenden es generar miedo y no ayudan a la comarca", responde el alcalde de Aracena. La Consejería de Medio Ambiente redacta actualmente la respuesta a la solicitud de consultas realizada por Fomento y recuerdan que las nuevas infraestructuras tienen que obedecer al principio del desarrollo sostenible.

"Pero lo que nosotros esperamos es que Medio Ambiente se niegue en rotundo a este trazado", contesta Miguel López. Juan Romero, de Ecologistas, también ve excesiva "indeterminación" en la postura de la Junta de Andalucía con las nuevas infraestructuras que afectan al parque natural. Afirma que la consejería mantiene a un director del parque natural que extraoficialmente está destituido por pérdida de confianza, mientras que hace meses que no se convoca a su junta rectora.