Arte

El Museo Thyssen inicia su andadura en Málaga

Pablo Bujalance

El 23 de marzo de 2011 Málaga escribió un episodio fundamental en la historia de sus aspiraciones museísticas con la inauguración del Museo Carmen Thyssen, un proyecto largamente acariciado por el alcalde, Francisco de la Torre, por el que la ciudad acogía la colección de arte de la baronesa. Atrás quedaron las aspiraciones de otras ciudades como Sevilla y Sant Feliu de Guíxols que apuntaban a un posible reparto de la colección: ésta, aunque no en su totalidad, terminó instalándose en el Palacio de Villalón, un hermoso edificio levantado a finales del siglo XV en el corazón de Málaga y reformado con una inversión de 30 millones de euros. Las obras, prolongadas durante más de cinco años, dejaron listos para su uso expositivo más de 5.000 metros cuadrados de un total de 7.147, en una intervención que se extendió a algunos edificios colindantes, expropiados para su uso administrativo. En total, 230 lienzos de maestros andaluces y españoles de entre mediados del siglo XIX y las primeras décadas del XX componen la matriz de la pinacoteca, en un paisaje donde confluyen el costumbrismo patrio y las miradas románticas al territorio ibérico. Con piezas indiscutibles como la Santa Marina de Zurbarán y La buenaventura de Romero de Torres, la colección se detiene en autores clave como Jenaro Pérez Villaamil, Manuel Barrón, Manuel Cabral, Guillermo Gómez Gil, Maríà Fortuny i Marsal, Joaquín Sorolla e Ignacio Zuloaga. Distribuido en cuatro secciones (Maestros antiguos, Paisaje romántico y costumbrismo, Preciosismo y paisaje naturalista y Fin de siglo), el recorrido incluye otras piezas como un monumental Cristo románico tallado en 1230.

Además de este legado, el museo exhibió una particular demostración de intenciones con la inauguración, celebrada el 13 de junio, de su primera exposición temporal, La tradición moderna en la colección Carmen Thyssen, un conjunto de 60 obras (procedentes algunas de ellas de la misma colección de la baronesa y el resto de diversos museos españoles) de autores como Picasso, Gris, Matisse, Monet, Sorolla, Saura, Braque, Tápies y Miró. Menos entusiasmo despertó la segunda muestra temporal, una retrospectiva de la pintora Mercedes Lasarte, amiga de Carmen Thyssen, inaugurada el 21 de noviembre.

Los primeros meses del Museo Carmen Thyssen no fueron precisamente fáciles. El 11 de abril, apenas dos semanas de su inauguración, su directora artística, María López, y el portavoz y asesor del Patronato Palacio de Villalón (responsable de la gestión del museo), Tomás Llorens (histórico conservador jefe del Museo Thyssen de Madrid), presentaron su dimisión por el "incumplimiento de determinados pactos". La concreción de esta explicación señalaba sin embargo a Javier Ferrer, hombre de confianza del alcalde de Málaga, que había sido designado como gerente. Ferrer fue ratificado en su puesto con la bendición expresa de Carmen Thyssen y la crisis se solucionó con la llegada a la dirección de Lourdes Moreno, que en los últimos años había estado al frente de la Fundación Picasso Casa Natal. Además, la firma de cesión de la colección (con un plazo previsto de quince años) no se produjo hasta el mes de junio, lo que también ocasionó una agria polémica. De cualquier forma, el museo es ya una realidad con una previsión de 200.000 visitas anuales que aspira a contribuir de manera esencial a la proyección de Málaga como ciudad cultural.

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