Mueren dos trabajadores al recibir una descarga eléctrica frente a Los Arcos

Dos trabajadores murieron ayer por la tarde al recibir una descarga eléctrica en el polígono industrial Carretera Amarilla, donde se encontraban colocando unos carteles en unas vallas publicitarias. Los dos operarios, de 37 y 26 años, eran extranjeros y procedían de países de Europa del Este. Ambos trabajaban para la empresa Carteleras S. L. La Policía Nacional está investigando las circunstancias del accidente, mientras que el Ayuntamiento de Sevilla también abrirá una investigación para conocer si la empresa cumplía con unas medidas de seguridad adecuadas.

Los hechos ocurrieron sobre las seis y media de la tarde en la avenida de Andalucía, frente al centro comercial Los Arcos. Ambos trabajadores estaban terminando de colocar unos carteles publicitarios en las vallas situadas en el solar de una antigua cristalería, justo en la confluencia de la avenida de Andalucía con la Ronda del Tamarguillo. Los operarios estaban manipulando una escalera metálica para subirse a la última de las vallas publicitarias cuando cayeron electrocutados, al recibir una descarga procedente de unos cables de alta tensión situados un poco más arriba de los carteles.

Por la posición de los cuerpos, la Policía descartó desde el primer momento que los trabajadores cayeran desde lo alto de la escalera y que hubieran tocado los cables. En principio los investigadores trabajan con la hipótesis de que las víctimas estaban en el suelo y los dos permanecían en contacto con la escalera, que hizo de transmisor de la electricidad. A esa hora estaba lloviendo torrencialmente, por lo que es posible que ni siquiera hiciera falta que la escalera tocara físicamente los cables de alta tensión para que éstos transmitieran la electricidad.

Así lo explicó ayer el concejal de Economía y Empleo del Ayuntamiento de Sevilla, Carlos Vázquez (IU), que estuvo presente en el lugar de los hechos junto al candidato de la federación de izquierdas a la Alcaldía sevillana, Antonio Rodrigo Torrijos . "Por lo que nos dicen los técnicos de Endesa, había mucha humedad en el ambiente, por lo que es posible que la escalera transmitiera la descarga sin necesidad de que hubiera un roce o contacto directo, sino que se creara una especie de arco entre los cables y las escaleras", indicó el edil, que también avanzó que el Ayuntamiento de Sevilla investigará si la empresa cumplía las normas de prevención de riesgos laborales.

"En principio podemos decir que ambos tenían papeles y estaban dados de alta en la Seguridad Social, pero investigaremos si tenían medidas de seguridad", explicó el concejal. Los dos operarios fallecieron prácticamente en el acto. La Policía Local fue la primera en llegar al lugar del accidente, después de que un ciudadano llamara al servicio de emergencias del 112 alertando de lo ocurrido. El servicio de emergencias sanitarias del 061 estuvo aproximadamente 45 minutos intentando reanimar sin éxito a los dos obreros.

Una vez certificadas las defunciones, la Policía Nacional realizó una inspección ocular de la zona para esclarecer la manera en la que ocurrieron los hechos. Un testigo que estaba esperando el autobús en una parada cercana situada en la avenida de Andalucía explicó a la Policía que oyó una explosión y luego un sonido metálico, posiblemente el producido por la escalera al chocar con el suelo. Los agentes de la Policía Científica estuvieron tomando muestras y analizando la escalera, que cayó a unos metros del lugar en el que yacían los cuerpos de los dos trabajadores.

Los agentes también interrogaron a los compañeros de las víctimas, que aseguraron que llegaron cuando los dos trabajadores estaban ya sin vida y que no presenciaron lo ocurrido. A unos metros del lugar en el que permanecían los cuerpos cubiertos con mantas térmicas continuaba el vehículo utilizado por los dos trabajadores, en cuya parte trasera se apilaban unas escaleras metálicas parecidas a las que transmitió la descarga. A unos metros, decenas de curiosos contemplaban el trabajo de los policías. Los cuerpos permanecieron en este descampado durante casi tres horas, hasta que fueron levantados y trasladados al Instituto Anatómico Forense al filo de las nueve y media de la noche.