CINE

Bayona intenta el asalto al mercado internacional

  • El director catalán recrea en 'Lo imposible' la tragedia del tsunami de 2004 en Tailandia. La cinta está protagonizada por Ewan McGregor y Naomi Watts.

'Lo imposible', que por fin se estrena hoy después de una campaña mediática que ha durado meses, desde su rodaje hasta los extenuantes spots del grupo televisivo Mediaset, que no en vano ha metido dinero en este film, demuestra la extraña esquizofrenia del cine español. O más bien, como se apuesta por títulos que hagan de locomotora de nuestra desvaída industria frente a un panorama general átono. Es como reconocer que nuestro país, en estos tiempos de crisis y de salvajes recortes del 22% por parte de un gobierno que no mira al cine español con simpatía, solo tiene fuerzas para realizar un taquillero blockbuster al año, y los demás a verlas venir. La fuerza internacional de Lo imposible, su reparto taquillero, su demostración de que los técnicos españoles están a la altura de los mejores del planeta, tapan que ahora mismo la producción de largometrajes de ficción está prácticamente muerta, salvo alguna excepción. Aunque siempre quedan sorpresas como el éxito insospechado de Las aventuras animadas de Tadeo Jones, primer puesto en la taquilla durante un mes.

Tal vez este sea el elitista modelo cultural que quiere el gobierno, centrarse en productos rentables, frente a otros más minoritarios pero de mayor pujanza y diversidad cultural.

Reflexiones estratégicas aparte, si había alguien que podía afrontar el reto de Lo imposible era Juan Antonio Bayona. Desde el principio de su carrera, cuando rodaba exitosos cortometrajes como el multipremiado El hombre esponja, al cineasta catalán se le notaba que quería jugar en las grandes ligas. Esto se confirmo con su salto al largo con El orfanato, un bombazo internacional que mostró su eficaz estilo, una estupenda narrativa cinematográfica y un buen aprendizaje de los maestros de Hollywood, en especial de Speilberg, y que consiguió ser resultón a la vez que comercial. Este éxito le permitió dedicarse a trabajar detalladamente en Lo imposible, donde recuperaba una historia real ocurrida a una familia durante el devastador tsunami de Tailandia, en las navidades de 2004. Estuvo un año escribiendo el guión y de preproducción, casi uno entero de rodaje y otro en postproducción, ajustando los espectaculares efectos especiales del film. Tanto perfeccionismo permitió que otro maestro, ni más ni menos que Clint Eastwood, se adelantara en mostrar el tsunami en Más allá de la vida. Pero no hay que preocuparse, pues los que vieron la premiere de Lo imposible en San Sebastián han dado fe de que la recreación del desastre deja boquiabierto al más pintado.

Bayona rodó el film en la alicantina Ciudad de la Luz y con un equipo técnico completamente español. No así los actores, que para buscar la comercialidad del producto son internacionales, como son Naomi Watts y Ewan McGregor, con secundarios de lujo como Geraldine Chaplin. Ellos se enfrentaron a un duro rodaje, tipo Titanic, con agua de verdad y un gran esfuerzo físico, en especial para la actriz australiana, que llevó la peor parte. Ella es la madre de dos hijos que se encuentra pasando con su marido unas tranquilas vacaciones en la costa tailandesa. Pero la ola del tsunami la arrastra a ella y a uno de sus retoños tierra adentro, donde tienen que sobrevivir en un entorno hostil y encontrar el camino de regreso. Mientras, su esposo y su otro hijo siguen en la ciudad intentando saber qué ha sido de ellos y se enfrentan a las secuelas del desastre.

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