'Juke-box' con voz de pito
Crítica 'Alvin y las ardillas 3'
Alvin y las ardillas 3. Animación infantil, EEUU, 2011, 87 min. Dirección: Mike Mitchell. Guion: Jonathan Aibel, Glenn Berger. Fotografía: Thomas Ackerman. Música: Mark Mothersbaugh. Intérpretes: Jason Lee, David Cross, Jenny Slate, Justin Long, Matthew Gray Gubler.
La estación y las circunstancias nos condenan a escribir sobre películas de delfines con alma, pingüinos bailarines o ardillas parlanchinas, cuando lo que a nosotros nos gustaría realmente sería poder hacerlo sobre gatitas salvajes.
Así las cosas, cuesta entender que un fistro como Alvin y las ardillas vaya ya por su tercera entrega, tal es la poca gracia, el sesgo low-cost y la apresurada desgana que sus responsables le ponen a este juke-box pitufo de hitsde temporada (de Lady Gaga a Destiny's Child) en la insufrible voz aflautada una pandilla de tristes ardillas de peluche digital y coloridos jerséis de rayas a las que acompaña, ahora en un crucero de lujo, un Jason Lee en modo me-lo-llevo-calentito.
Ni peor ni mejor que las dos entregas anteriores, que ya es mucho decir, siempre al servicio de una burda trama con moralina edificante y rancia para toda la familia (¿?), Alvin 3 ofrece lo justo para que cualquier adulto se arrepienta de haber pagado las entradas de sus sobrinos o para que cualquier niño añore a los relajantes Teletubbies.
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