Festival de cannes

Pattinson se sube a la limusina de Cronenberg

  • El realizador canadiense presenta en la sección Oficial a Concurso 'Cosmopolis', basada en la novela homónima de Don DeLillo.

Ídolo de masas, sueño platónico de millones de adolescentes y objeto de deseo en el mundo de la publicidad, el vampiro Robert Pattinson avanza hacia otro tipo de estrellato en Cannes de la mano de David Cronenberg. Juntos presentaron este viernes en la Sección Oficial a Concurso del Festival de Cannes Cosmopolis, una película intensa, de densos y filosóficos diálogos, que intenta desesperadamente no perder un ápice de la esencia de la novela homónima de Don DeLillo

El escritor norteamericano también se encontraba en la rueda  de prensa apoyando la cinta. "Cuando vi la película me pareció algo  totalmente nuevo, y eso que los diálogos me deberían haber sonado, pero película y libro son totalmente diferentes. No buscaba imágenes de mis novelas, sino actores recitando", indicó el escritor, poco dado a las apariciones en público. "La esencia del cine es un rostro hablando", sentenció Cronenberg. 

En Cosmopolis ese rostro es el de Pattinson, quien encarna a un joven y poderoso ejecutivo que recorre las calles de Nueva York en su limusina para ir al peluquero. Por el vehículo desfila toda una galería de personajes (entre ellos, una fantástica Juliette Binoche como marchante de arte y un Mathieu Amalric como activista antisistema) con los que conversa sobre la cotización del yuan, el significado de una obra de arte o el paso del tiempo, así como el poder del dinero y el sentido de la seguridad, entre muchos otros temas. Cronenberg, a través de Pattinson, vomita sin parar todos esas reflexiones que en papel el lector puede detenerse a pensar, pero que en la pantalla se suceden sin pausa. 

Y el climax de toda esta intensa actuación llega con la escena final de veintidós minutos, que comparten en un sucio apartamento Pattinson y Paul Giamatti, un duelo interpretativo del que Giamatti sale mejor parado. 

Pattinson, que provocó este viernes un despliegue de medios gráficos que sólo suscitan los grandes de Hollywood, representa en Cosmopolis a un joven que lo tiene todo al alcance de su mano, que puede ser un tiburón de Wall Street y "sin embargo es una persona con un pasado y una historia", que vive en un entorno protegido controlado, pero en el que a la vez ha quedado atrapado. Es un rehén en su limunsina, de su personal de seguridad y de su propia vida, según explicó el director canadiense, quien compite por quinta vez en Cannes, donde se llevó en 1996 el premio especial del jurado por Crash

Para Pattinson, Cosmopolis es una película que transmite esperanza. A pesar de presentar un mundo que sin sentido, cuya metáfora serían las finanzas, éste no acaba. Necesita ser purificado, pero renace, y es ahí donde está la esperanza, explicó el actor. Para Cronenberg, sin embargo, la esperanza está en el arte, en el hecho mismo de haber hecho esta película, que alude además al arte desde los créditos iniciales y finales con obras de Pollock y Rothko. El director canadiense opina que el arte está en las películas que siguen planteando cuestiones, no en las que cuestan 200 millones de dólares y tienen que ser fozosamente conservadoras porque no pueden correr riesgos

Robert Pattinson ya pasó fugazmente por la alfombra roja de Cannes durante el estreno de la película On the Road, protagonizada por Kristen Stewart, con la que no llegó a posar. Más allá de las fotos, lo que sí revela el actor con este tipo de trabajos es que tiene la ambición de seguir en la esfera de Cannes.

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