Human Lost | Crítica de cine

Apocalipsis cyberpunk

Una imagen del anime 'Human Lost'.

Una imagen del anime 'Human Lost'.

La literatura, los cómics y el cine de ciencia-ficción siempre han imaginado un futuro inmediato de corte apocalíptico en el que la humanidad ha estado siempre amenazada por el dominio de las máquinas y el desbordamiento incontrolado de la ambición tecnológica.

Basada libremente en la novela de Osamu Dazai Indigno de ser humano (1948) y dirigida por Fuminori Kizaki, Human Lost prolonga esta vertiente futurista y cyberpunk del anime japonés moldeada por títulos como Akira, Ghost in the Shell, Neon Genesis Evangelion o Paprika, adopta cierta iconografía y temas de prestado (de Blade runner a Matrix) y despliega toda una nueva jerga propia entre la ciencia y la filosofía de bolsillo para volver a ese escenario de catástrofe, mutaciones y extinción humana salido de una pesadilla de Philip K. Dick cruzada con otra de Moebius, para dar forma a nuevo relato de regeneración y redención in extremis ambientado en un Tokio de 2036 en el que la longevidad, la búsqueda de la inmortalidad artificial, el uso cotidiano de mascarillas respiratorias (¿les suena?) y la inmunidad a la enfermedad conforman una nueva realidad bajo el control vigilante y policial de una corporación con ocultos intereses.

En ese panorama, los lost, seres monstruosos mitad humano-mitad máquina, y un pintor visionario y atormentado con una misión salvadora y liberadora de clases, librarán una batalla coreografiada en largas secuencias de acción motorizada y punto de vista a través de una animación híbrida en la que el dibujo y los efectos 3D se integran con cierta naturalidad orgánica. Farragosa en su arranque y explícita en su despliegue espectacular, Human Lost sumará adhesiones entre los amantes juveniles del género y dejará algo indiferentes a públicos que conozcan ya antecedentes del género.