El Consejo penalizará a quien reincida en la cesión de abonos

Una reforma del reglamento de sillas y palcos pretende intensificar el control.

Operarios durante la pasada cuaresma montando los Palcos de la Plaza de San Francisco.
Operarios durante la pasada cuaresma montando los Palcos de la Plaza de San Francisco.
Juan Parejo

03 de diciembre 2013 - 05:03

Doce años después de la redacción del primer reglamento de uso y adjudicación de sillas y palcos, la junta superior del Consejo de Cofradías abordó anoche una modificación de varios de sus artículos. Una de las principales novedades sería introducir una penalización económica para los abonados que cedan sus asientos de manera reiterada. Además, se plantea intensificar el control que se hace de las sillas y los palcos para evitar la reventa por parte de los abonados, entre otras cuestiones.

Como ha venido informando este periódico desde hace varios años , el mercado negro que existe alrededor de la carrera oficial es uno de los asuntos que más preocupa en el Consejo de Cofradías. Para tratar de paliar, de algún modo, este indebido de las sillas, se ha propuesto esta modificación que fue abordada anoche durante la celebración de una junta superior. La principal novedad es que el Consejo podría sancionar a aquellos abonados que cedan el uso de su abono de manera reiterada a la institución para que lo vuelva a poner a la venta. Según ha podido saber este periódico, la tasaque se plantea es de 12 euros. Con esta acción también se podría conseguir que muchas personas renunciaran de manera definitiva al abono y poder satisfacer a la enorme lista de espera que hay actualmente para hacerse con un asiento. Además, el Consejo quiere intensificar el control, ya en la Semana Santa de 2012 contrató a un detective privado para este fin, y así evitar el mercadeo de sillas al margen de la institución. También se pretende evitar que una misma familia tenga diversos palcos o sillas a nombre de diferentes miembros.

Esta modificación ha sido realizada sin consultar a la delegación de Fiestas Mayores del Ayuntamiento, aunque no era necesario, ni a asociaciones de consumidores y usuarios, como sí ocurrió en 2002 cuando se redactó el primer reglamento de este tipo.

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