La procesión de la Virgen de los Reyes es probablemente la más singular de Sevilla. Poco o nada cambia de un año a otro, algo que se debe, principalmente, a que está organizada por un Cabildo Catedral nada dado a las improvisaciones. El recorrido por las gradas bajas de la Catedral es conocido por todos los fieles, quienes suelen acudir cada año al mismo punto para ver pasar a la Virgen. Pocas veces se ha alterado el recorrido que realiza la Patrona. La última vez, aunque fue una modificación muy leve, el año pasado cuando el paso se acercó al recién inaugurado monumento a Juan Pablo II para una inédita posa. Tras esta experiencia, el alcalde, Juan Ignacio Zoido, sugirió que esta alteración del recorrido pasara a ser permanente. Esta opinión no se ha tenido en cuenta por parte del Cabildo, que sí se hizo eco de la petición de otro alcalde, Antonio de Halcón y Vinent, para adoptar el recorrido que ahora realiza la Patrona.

Fue en el año 1958, como recoge Juan Carrero en su libro dedicado a la Patrona, cuando el Conde de Halcón pedía a través de una carta publicada en Abc que se ampliara el recorrido de la procesión para que, una vez pasada la Puerta de San Miguel, se siguiera hasta Correos "para girar a la izquierda para seguir a la Lonja y entrar por la Puerta de los Príncipes o siguiendo para hacerla en la siguiente". Esta ampliación, según el alcalde, posibilitaría que muchas más personas pudieran ver a la Patrona, ya que hasta entonces entraba por la Puerta de San Miguel. El 5 de agosto, Bueno Monreal daba el visto bueno para que la Virgen saliera y entrara por Palos.

Una estampa inédita tuvo lugar en 2006 cuando la procesión agosteña discurrió por el barrio de Santa Cruz debido a las obras de la Avenida. Pero la Patrona ha visitado muchas más calles de la ciudad, sobre todo en las procesiones extraordinarias. Múltiples han sido las ocasiones en las que ha ido a la Plaza Nueva por diversos motivos. También ha visitado barrios muy alejados de la Catedral. En 1492, con motivo de la reconquista de Granada, hizo estación en el templo de Santiago de la Espada (Mercedarias de San Vicente). En 1532, acudió a la trianera parroquia de Santa Ana. Más recientemente, en 1929, con motivo del Congreso Mariano, se organizó una procesión con diversas imágenes que llevó a la Patrona a discurrir por el Paseo de Colón, Reyes Católicos, San Pablo, la Magdalena o la Campana.

A pesar de estas estampas inéditas, ni en el Cabildo Catedral ni en la Asociación de Fieles se plantean modificaciones sobre el recorrido acostumbrado, como explica Antonio Ramos, presiente de la asociación: "Ni el Cabildo se plantea cambio alguno ni nosotros lo hemos pedido. Los cambios son anecdóticos y están bien para cambiar la rutina en procesiones extraordinarias, pero la procesión del 15 de agosto tiene su tiempo y su espacio". Habrá que esperar a una nueva procesión extraordinaria para que la Virgen de los Reyes pise otras calles de la ciudad.