El Silencio censura a sus nazarenos que suban fotos a las redes sociales

Los censores explican en el boletín que el anonimato es consustancial a vestir la túnica.

El Silencio censura a sus nazarenos que suban fotos a las redes sociales
El Silencio censura a sus nazarenos que suban fotos a las redes sociales
J. Parejo

02 de marzo 2015 - 05:03

Un comportamiento desafortunado y poco prudente. Los censores de la Hermandad del Silencio, guardianes de la ortodoxia en San Antonio Abad, firman un interesante artículo en el último boletín corporativo en el que instan a los hermanos a no publicar fotografías en las redes sociales vistiendo la túnica y a cara descubierta para salvaguardar el anonimato, "que es algo consustancial al hecho de vestir la túnica de los primitivos Nazarenos de Sevilla".

Los censores argumentan que en los últimos años ha sido frecuente detectar en la redes sociales fotografías de hermanos vestidos de nazarenos y a túnica descubierta. Esta práctica, que podría ser motivo de preocupación en, prácticamente, todas las hermandades, cobra una especial relevancia en una corporación que cuida tantos los detalles y el respecto a los símbolos como es el Silencio. Los censores reconocen que este tipo de fotografías con el hábito de nazareno son frecuentes y que, "son un bonito y entrañable recuerdo". El problema es que antes no traspasaban la intimidad familiar y pasaban a formar parte de la colección particular, pero ahora, con el auge de las redes sociales, han alcanzado una difusión que traspasa el círculo familiar o más personal.

No dudan los censores que están fotos han sido subidas sin malicia y sin el ánimo de perjudicar a la hermandad, pero advierten que es un comportamiento "cuanto menos desafortunado y poco prudente, ya que atenta contra una de las señas de identidad de quien se viste de nazareno: el anonimato". Los censores añaden que publicar una foto de nazareno y a cara descubierta en Facebook, Twitter u otra red social, "equivale a algo así como desplazarse sin antifaz por las calles hasta San Antonio Abad".

El artículo finaliza con una llamada a la prudencia y a ser "especialmente cuidadosos" en mantener el anonimato. Los censores concluyen anunciando que el cabildo de oficiales, a través de ellos, será escrupuloso en que se cumpla esta obligatoriedad: "Es evidente que los tiempos cambian y que el avance de los medios con los que contamos para comunicarnos entre nosotros es muy notorio. No obstante, ello no puede justificar jamás que los Primitivos Nazarenos de Sevilla traicionemos el celo con el que debemos cuidar nuestro anonimato como tales en la Madrugada del Viernes Santo".

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