Para ti, que eres joven

Cómics

Las increíbles peripecias de un pececillo, junto al regreso de el héroe más brutote, forman parte de la novedades de febrero en la editorial Nuevo Nueve

Detalle de la portada del cómic 'Bot 9'.
Detalle de la portada del cómic 'Bot 9'.
José Luis Vidal

06 de febrero 2022 - 07:00

Es un hecho. Si queremos que la industria del Cómic en nuestro país crezca y evolucione necesitamos de un reemplazo, nuevas generaciones de lectores que consuman (masivamente, si fuera posible) la extensa oferta editorial que todos los meses copan las estanterías de las librerías especializadas.

Afortunadamente, parece que se ha ganado una primera batalla, ya que nuestra juventud es muy consumidora del formato manga, logrando un hecho casi milagroso, y es que algún título figure como el más vendido en las listas de libros, cosa inimaginable hasta hace muy poco.

Un primer paso se ha dado, pero de una manera u otra las editoriales, los medios de comunicación y todos aquellos que nos dedicamos a la difusión de este medio que tanto amamos tenemos la misión de hacer que esos lectores y lectoras de corta edad sepan que además de las propuestas que viene del País del Sol Naciente, todas muy interesantes, hay otras que también lo son y seguro, segurísimo, que pueden captar su interés si se percatan de su existencia.

Una de las editoriales que se ha unido a esta ‘lucha’ desde el principio de su nacimiento ha sido al madrileña Nuevo Nueve. Con Ricardo Esteban a los mandos, desde un primer momento ha apostado por crear y mantener una línea dedicada a esos tan necesitados lectores.

Y lo hace con obras de mucha calidad, como las dos que llegan este mes a las librerías:

BOT*9, creada por Derek Laufman, al que posiblemente conoceréis tanto por sus portadas y pin ups para una de las grandes editoriales norteamericanas, Marvel, o su cómic Ruinworld, que también ha visto la luz en nuestro país.

El autor nos va a presentar a un pececillo, uno más entre los cientos de miles que pueblan las profundidades marinas. Su vida consiste en trasladarse de un lado a otro junto a sus semejantes, formando lo que se conoce como un banco de peces.

Todo transcurriría de la manera más monótona si no fuera por la aparición de un temible depredador que, sin él saberlo, va a cambiar radicalmente el destino y futuro del pequeño pez, ya que al huir de sus fauces, oculto de su presencia, será introducido en un cubo que es elevado a la superficie…

Y a partir de este momento, los ojos de este animal se van a abrir a un nuevo mundo, donde un anciano inventor lo introducirá en el animado cuerpo de un robot con una misión muy clara y que, obviamente, no os voy a desvelar aquí.

Nos encontramos aquí con un perfecto ejemplo de lo que es un Cómic, su definición como narrativa gráfica, ya que ésta es una historia completamente desprovista de diálogos y textos, tan solo nos deleitaremos con la imagen y las expresivas onomatopeyas que acompañan a su protagonista en el trayecto.

Viaje este que no va a ser nada fácil, y nos traslada un mensaje ecologista, ya que a lo largo del camino vamos a encontrar pruebas fehacientes del egoísmo humano y como nos estamos cargando este planeta en el que vivimos, y sus recursos naturales.

La otra novedad de la que os quiero hablar es sinónimo de diversión a raudales, un desopilante viaje en una montaña rusa que promete sacar más de una sonrisa a sus lectores, llevándonos a ese fantástico mundo donde los trolls campan a sus anchas y en cualquier rincón podemos darnos de bruces con un malvado dragón, una fea bruja o una frágil princesa en peligro…

Pero, ¿he dicho frágil..?

Para nada, ya que la joven que va a acompañar a Raowl, el protagonista de esta serie de álbumes, es lo menos parecido a ninguna a las que estamos acostumbrados a ver cuentos y historias.

Ella es Piel de Asno, y como su nombre indica, sabremos que viene por el terrible olor que su cuerpo desprende, y que altera las fosas nasales del mismísimo Raowl, que tampoco es que pase mucho por la ducha.

Pues bien, juntos, y con la ayuda y guía de la chica, van a ir en busca de otras princesitas en peligro, dándose cuenta de dos cosas: Que la maldad acecha en forma de gigantesco troll, y que cuando el hambre llega, la blanda carne de una joven puede convertirse en un suculento manjar…

Atrapados, serán trasladados al castillo del padre de la chica, donde va a conocer a su futura madrastra, Brigrite, que además de haber llenado el lugar de olorosa lavanda, tiene unos oscuros planes para del lugar, haciendo gala de unos poderes sobrenaturales que traerán de cabeza a la pareja de protagonistas, que se verán transportados, de golpe y porrazo, a unas lejanas tierras donde las cosas no van a ser fáciles, sino todo lo contrario. Léase gigantes y mascotas de tres cabezas…

Fred Tebo (Capitán Biceps), su autor, le da una divertida vuelta al género y usando la comedia más desenfrenada, nos lleva a este particular mundo donde los mamporros están a la orden del día y a las princesas no hace falta salvarlas, ya que tiene personalidad y recursos de sobra para hacerlo por ellas mismas.

Dos obras dirigidas, en principio, a ese público lector al que me refería en el inicio, pero que también hará las delicias de los más talluditos de la casa, os lo puedo asegurar.

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