Estos son los errores que cometes cada vez que pones el lavavajillas
Enjuagar los platos antes de introducirlos en el electrodoméstico no es recomendable
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El lavavajillas es uno de los electrodomésticos más queridos por los españoles, pues nos libra de fregar a mano los platos y los vasos que hemos utilizado en la comida, una de las tareas del hogar más tediosas, en las que también encontramos limpiar el baño, el horno o planchar.
Aunque muchas personas, a la hora de poner el lavavajillas, cometen varios errores. A pesar de que el funcionamiento del aparato es sencillo: tan solo debemos introducir en el los platos, vasos y otros utensilios que queramos fregar y programar un ciclo, es habitual caer en algunos fallos que, aunque no sean graves, conviene evitar.
Enjuagar los platos antes de introducirlos
Enjuagar los platos antes de meterlos en el lavavajillas es una práctica muy habitual que, sin embargo, no se recomienda. Este pequeño gesto tan solo servirá para derrochar agua, pues el electrodoméstico debería tener la capacidad suficiente para dejarlos relucientes aunque entren en él estando muy sucios.
Lo que sí debemos retirar de los platos antes de introducirlos en el lavavajillas son los restos de comida, pues estos podrían acumularse en los filtros del aparato.
Sobrecargar demasiado el lavavajillas o colocar de manera incorrecta las tazas y cubiertos
Llenar demasiado el lavavajillas se traducirá en que los platos y demás utensilios que hayamos introducido no se laven correctamente, pues el agua y el detergente no podrá circular por ellos con facilidad. Tampoco es recomendable programar un ciclo si aún quedan muchos huecos vacíos, pues de esta manera estaremos desperdiciando agua.
Colocar de manera correcta la vajilla igualmente es fundamental; las tazas deben ir en los compartimentos superiores, mientras los platos en el inferior, 'mirando' a la zona central del aparato. Los cubiertos, por su parte, tienen que ubicarse en su cesta y con el filo hacia abajo.
Usar un detergente y un programa adecuado
Utilizar un detergente especial para lavavajillas es muy importante, pues si empleamos otro que sea, por ejemplo, para lavar a mano, podríamos dañar nuestro electrodoméstico. El programa que seleccionemos, por su parte, podría ser el culpable de que nuestros utensilios no queden correctamente limpios. Conviene revisar el manual para conocer el que debemos programar en cada ocasión, dependiendo de lo que vayamos a lavar (platos y vasos, ollas y sartenes...) y de la suciedad que estos presenten.
Para evitar que los malos olores comiencen a hacer acto de presencia en nuestro lavavajillas se recomienda que, mientras no esté funcionando, la puerta no permanezca cerrada del todo. Un pequeño hueco permitirá que el aire circule, retrasando así la posible llegada de ese hedor. Igualmente es aconsejable limpiar el aparato con frecuencia, lo que podemos hacer con vinagre blanco.
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