Ni programas cortos ni precalentar el horno: errores que hacen que tus electrodomésticos gasten más luz de la necesaria

Revisar tu tarifa, invertir en electrodomésticos con eficiencia energética o utilizar regletas puede ayudarte a ahorrar en tu factura de la luz

Existe toda una serie de malos hábitos (y falsos mitos) que contribuyen a disparar el importe de tu recibo

Una chica prepara la ropa para poner la lavadora
Una chica prepara la ropa para poner la lavadora / @aragonelectro

Mantener una temperatura agradable dentro de casa en plena ola de calor puede suponer un auténtico reto energético. El uso de aires acondicionados o ventiladores de techo es una medida imprescindible para combatir las altas temperaturas, que se verá reflejado inevitablemente en la factura de la luz.

El calor puede hacer que se eleve también el consumo de la nevera o el congelador. Por otro lado, cuando los avisos meteorológicos instan a no salir a la calle durante las horas centrales del día, es habitual que busquemos entretenimiento en el televisor.

Ante este tipo de situaciones, es fundamental adaptar nuestros hábitos de consumo para evitar los sobrecostes energéticos. En este sentido, ¿cuáles son los errores que te impiden reducir el gasto en electricidad? A continuación, repasamos los más habituales.

Contratar una tarifa o una potencia inadecuada

¿Conoces la tarifa eléctrica que tienes contratada? Las comercializadoras ofrecen en la actualidad tarifas con discriminación horaria, en las que el precio del kilovatio-hora (kWh) varía en función de la hora del día. Estas tarifas establecen diferentes franjas:

  • Las horas punta, las de mayor consumo eléctrico, generalmente durante el día
  • Las horas valle, de menor consumo, generalmente durante la noche y los fines de semana
  • Las horas llana, con precios moderados, entre los horarios punta y valle

De este modo, encender los electrodomésticos durante las horas valle, cuando el precio de la electricidad es más bajo, puede ayudarte a ahorrar en tu factura. Igualmente, comprueba que no tienes contratada más potencia de la necesaria, ya que ello puede aumentar los costes fijos de tu recibo.

Por último, es recomendable realizar un mantenimiento profesional de la instalación eléctrica con revisiones periódicas que pueden ayudarte a detectar pérdidas de energía.

Usar electrodomésticos antiguos o poco eficientes

Los sistemas de refrigeración, la lavadora o el lavavajillas son los electrodomésticos que acumulan el mayor gasto anual de la luz en una vivienda. Los aparatos con una baja eficiencia energética reportan un consumo por encima del necesario. Así, una nevera o una secadora antigua puede disparar tu consumo mensual. Es por eso por lo que se recomienda invertir en electrodomésticos con una certificación energética A++ o superior y priorizar el consumo de programas ECO.

Tener los aparatos en stand-by

Alrededor del 6% del consumo energético se atribuye a los televisores, ordenadores, el router o cargadores que dejamos enchufados mientras no los usamos. El llamado consumo fantasma es tan fácil de evitar como utilizar regletas con interuptor para desconectar varios electrodomésticos a la vez cuando no los necesites, por ejemplo, durante la noche.

¿Cómo puedes reducir tu consumo energético de forma sencilla?

Existen multitud de sencillos gestos que puedes introducir en tu rutina diaria que te ayudarán asimismo a reducir el importe en tu factura de la luz:

  • Bajar el termostato del aire acondicionado no te ayudará a enfriar antes las estancias, pero sí incrementará tu consumo energético. Lo ideal es mantenerlo a una temperatura constante de 24ºC a 26ºC.
  • Lava la ropa en frío, pues además de reducir el consumo energético, protege los tejidos y es tan eficaz como lavar con agua caliente en la mayoría de las prendas
  • No pongas los programas cortos en la lavadora: requieren un mayor esfuerzo del electrodoméstico y gastan más energía
  • No abras y cierres la nevera constantemente, ya que esto provoca la entrada de aire caliente de fuera y, por tanto, un mayor consumo energético para alcanzar la temperatura de refrigeración
  • Apaga las luces siempre que no las necesites y prioriza el uso de bombillas LED, pues consumen un 80% y te ayudarán a ahorrar a largo plazo. Si aún tienes bombillas incandescentes, es mejor dejarlas encendidas que encenderlas y apagarlas de seguido.
  • No precalientes el horno si vas a cocinar alimentos durante más de una hora y evita abrir la puerta para perder el calor acumulado.
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