¿Adiós o hasta luego?
Getafe | betis · la previa
Expectación Saber si se trata del último partido de Paco Chaparro en el Betis, único interés de esta cita en Getafe Cambios Doblas encabeza una alineación con diversas novedades y sin Juanito, que finalmente irá a la Eurocopa
A las seis de la tarde. Para hora tan taurina se fía este último compromiso del Betis en la ciudad del sur de Madrid. Han englobado las televisiones este partido en el paquete de los que se juegan la vida y algo más, pero por suerte para ambos, Getafe y Betis contienden en el Coliseum con los deberes más que hechos.
Le costó más a los discípulos de Laudrup mantener la categoría, pero hay que reseñar que mientras en la esfera de éstos se alternaron hasta tres competiciones los de Chaparro pudieron centrarse sólo en la Liga. Aun así, lejana en la memoria queda ya esa cita un poco más al norte, en el Calderón, en la que los hombres del técnico trianero dejaron resuelta su permanencia. Porque sellada no quedó hasta tres citas después frente al Valladolid, el mismo rival que cuatro días más tarde, e igualmente con un empate, validaba la de los azulinos.
Pero mientras a los pucelanos le diseñan un paisaje lóbrego a esa misma hora junto a la ría huelvana, en Getafe, si acaso, caerán unas molestas gotas de agua por mor de esa borrasca que cubre casi toda la piel de toro. Nada que ver con el titilar del Colombino o de Son Moix y El Sardinero.
Y si hay semejanzas entre este Betis y el Getafe, más de las que debería, también existe una gran divergencia, precisamente la que acerca a estos dos equipos que suman 46 puntos en la zona tranquila y que se juegan poco más que la honrilla y quizá dilucidar quién es mejor tras aquel 3-2 de la ida favorable a los verdiblancos en el marcador pese al mejor fútbol azulón.
Las diferencias hay que buscarlas en las malditas estructuras. Mientras Laudrup ya ha anunciado que no continuará en el Getafe y el defensa turco Kas se ha convertido en el primer fichaje oficial de la próxima temporada, en el Betis todo anda en pañales, con Lopera quizá esperando un mal resultado esta tarde para convertirlo en nuevo sofisma contra Chaparro. ¡Y es que hay que ver cómo se discuten en el palco de Heliópolis las contadas derrotas del trianero!
Esa insidia residente en varios estamentos del club contra el hombre que ha resucitado al equipo, como ha reconocido en privado incluso el representante de su antecesor, Héctor Cúper, es la que mortifica al beticismo, que suspira más que por el fin de la temporada por saber si la próxima, como se teme, irá por los mismos derroteros de la actual o, al menos, vivirá supuestamente tranquilo con el trianero como mascarón de proa.
Sólo importa eso en este Betis de nulo horizonte, manejado con tanta impericia por dos Manolos, Lopera y Momparlet, a los que Dios no los llamó por el camino del fútbol pero que se introdujeron en él para que el Betis sintiese su desarrimo. ¿Cómo explicar sino las semejanzas antes aludidas con un club que brinda hoy un estadio donde apenas entraría la mitad de los socios verdiblancos? Pero es tanta la distancia entre el eficiente y tenaz Ángel Torres, presidente getafista, y su homólogo bético…
Nada tienen que ver tampoco Laudrup y Chaparro, salvo que han cumplido con creces con el objetivo encomendado pese a que la fortuna no estuvo con ellos. El joven danés anduvo a un repique de levantar la capital del sur de Madrid en la final de Copa y en los cuartos de final de la UEFA, ante Valencia y Bayern, pero sus guardametas se lo impidieron. Al trianero le faltó esa victoria en casa con la que llenar de júbilo Heliópolis. Pero qué más da: ha ganado tanto fuera…
Ambos han tenido más problemas que de costumbre durante la semana para confeccionar las alineaciones, aunque fuese por querer agradar a más de uno y de dos en sus tímidas plegarias por algún objetivo individual. Así, los onces de ambos se van a nutrir de algún que otro garabato para que la disensión brille por su ausencia en el Coliseum. En contrapartida a la escasa competitividad, quizá se vea un fútbol abierto con el Getafe abusando de su buen manejo del balón en el mediocampo y con el Betis metiéndole picante con esas contras que hicieron furor en el Calderón, La Romareda o El Madrigal.
Se juega mucho un hombre en verdiblanco. Se trata de Doblas, a quien Chaparro brindará los palos para que se estrene esta temporada, paradójicamente en el lugar de sus debús en Segunda, con el Xerez, y en Primera, con el Betis. Muchos ojos, dicen, se posarán sobre quien es hoy el mejor portero del equipo bético. Un hombre que dice adiós el 30 de junio pese a que el trianero lo quiere entre los suyos. ¿Pero sabe alguien qué pasa por la cabeza de ese regateador de méritos que pulula por El Fontanal? Pues eso le importa más al bético, mucho más, que el partido de esta tarde. Quizá sea lo único que le ocupa hogaño, en pos de ver con resuello una Eurocopa a la que acudirá el bético Juanito.
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