Cuando las cosas se hacen bien, la recompensa, a veces, es incluso inmediata. Y así ha ocurrido en el Betis con la contratación de Alexis Trujillo, quien en los escasos días que lleva trabajando en la entidad verdiblanca está convenciendo sobradamente a sus valedores y a los que no lo conocían personalmente ni, mucho menos, su capacidad futbolística, que ya mostrara como jugador y en la época en la que fue segundo entrenador con Lorenzo Serra.

El canario, de 48 años, se ha revelado en sólo tres días como el fichaje idóneo no sólo para realizar su trabajo sino para convertirse en el foco sobre el que gira toda la actualidad deportiva verdiblanca, de ahí que haya en el consejo quien piense que sería conveniente no firmar, antes de septiembre, a un director deportivo y que sea el propio Alexis quien planifique el trabajo y, quién sabe, si en el futuro ascender ese peldaño que no tiene por qué cubrirse inmediatamente.

Claro que también hay en el consejo y en un grupo de asesores numerosísimo e interesado en algunos casos quienes sólo ven solución a la crisis deportiva de la entidad con la llegada de Lorenzo Serra. Son cada vez menos, empero, los que apuestan por la contratación de un director deportivo ajeno por completo al Betis, que era la idea inicial del consejo de administración que presidió Miguel Guillén, quien ya se reunió con algún candidato, y que hoy baila al son de Manuel Domínguez Platas.

Con todo, el presente es Alexis y su trabajo en las diversas áreas encandila. En sus reuniones con consejeros ya ha dejado claro su perfil de entrenador, un técnico joven, con ambición y que vea en el Betis un proyecto para ascender el equipo y consolidarlo, muy similar al de Pepe Mel en su día. Fran Escribá y Paco Jémez son los dos profesionales que más gustan, pero ambos tienen contrato en vigor y sería complicado sacarlos de Elche y Rayo Vallecano, respectivamente. Además, ambos podrían tener ofertas de equipos mejores en Primera División. También gusta José Luis Mendilibar y hay otros técnicos más novatos, pero con gran conocimiento de la Segunda División, que no se pueden descartar, casos de Pepe Bordalás y Quique Setién. El primero está a punto de salvar a un Alcorcón al que cogió en la cuesta abajo e incluso ve la promoción de ascenso a 4 puntos. En idéntica situación está el Lugo del técnico cántabro. El hándicap del primero es su fuerte carácter, el del segundo que en Lugo es casi un mánager, quien hace y deshace, rol que cambiaría en el Betis. Francisco, a punto de dejar en Primera al Almería, no es descartable, aunque podría venirle grande el Betis.

Alexis también está manteniendo un estrechísimo contacto con sus compañeros de la secretaría técnica, ya que deberá decidir quiénes se quedan y cuáles serán los que abran paso a uno o dos hombres de su confianza. También en este despacho, entre gestiones y vídeos, se habla bien de la profesionalidad y el talante del isleño, en absoluto falto de carácter por más que su habla canaria pueda engañar.

Su presentación ante la plantilla el jueves fue un claro ejemplo de ello. Alexis les habló a los futbolistas de la dignidad con la que hay que defender el escudo del Betis y que en el proyecto que ahora se inicia sólo querrá a los que se muestren comprometidos. La exigencia la dejó clara desde su primera toma de contacto y así se lo está trasladando durante estos días a los representantes de los propios jugadores, quienes han tenido incluso que pedir la vez para verse las caras con el canario y estudiar el abanico de opciones que se le abre a cada individuo. La cantera es su próxima asignatura.