Alfaro jugará las próximas cuatro temporadas en el Mallorca. El club bermellón ha apostado por el atacante palmerino para su nuevo proyecto. El futbolista aterrizó ayer en Palma de Mallorca para concretar su salida del Sevilla y firmar con su nuevo equipo un largo contrato después de que los clubes acordaran entre el jueves y el viernes prácticamente las condiciones del traspaso, por 500.000 euros, la cantidad que, en vista de cómo está el mercado, quería ingresar el Sevilla desde el primer momento.

La salida de Alfaro, que hoy pasará la revisión médica y que incluso podría ser presentado a lo largo de la jornada si las partes hacen oficial el acuerdo, es una buena noticia, para él y para el Sevilla, que contrasta con el nuevo contratiempo sufrido por Romaric. El segundo intento de este verano para que encuentre acomodo fuera del Sevilla tampoco ha fructificado, después de la tentativa del Trabzonspor. El Bursaspor se ha echado atrás no se sabe muy bien por qué, después de haber llegado a un acuerdo con el Sevilla, con las cantidades y los plazos pactados, y con el futbolista, que iba a firmar por tres temporadas. Pero durante la pasada semana todo se fue al traste. La negociación entró en un periodo de ralentización hasta que el entrenador del Bursaspor dijo que se había congelado, "por unos fallos".

Buscarle acomodo a Romaric, descartado y sin dorsal, es el principal escollo en la operación salida del Sevilla. Dabo también podría salir si hay un destino satisfactorio para él y el club. Marcelino ya ha demostrado que tampoco cuenta con él con el doble gesto de no hacerlo jugar en los últimos partidos y no llevarlo a Nápoles. Y este tipo de gestos, tratándose del asturiano, hablan por sí mismos. Pero es un problema menor, pues él, a diferencia de Romaric, sí tiene dorsal.