En apenas una semana el Betis cuenta con un nuevo director deportivo y con un nuevo entrenador. "Será un reto muy bonito", declaró a su llegada al aeropuerto de San Pablo Gustavo Poyet, quien será presentado hoy como técnico verdiblanco para las dos próximas temporadas. Y lo hará en calidad de apuesta por parte de la dirigencia y de la dirección deportiva. Así lo reveló a los medios del club verdiblanco el propio Torrecilla, quien recibió al entrenador uruguayo en la planta de llegadas del aeródromo sevillano: "Ha sido muy sencillo. A Poyet lo tengo en mente desde la salida de Paco Herrera del Celta -en 2013-, por lo que fue una alternativa ya trabajada antes de las llegadas de Luis Enrique y Berizzo al banquillo vigués. Fue justo llamarlo y contestarme él ¿cuándo nos vamos para Sevilla?", explicó el director salmantino, quien agregó que no hubo cuestiones económicas ni de ninguna índole que se interpusieran en la breve negociacion.

La querencia de Torrecilla por Poyet, que hoy anunciará en su presentación qué nombres formarán parte de su equipo -a los conocidos Mauricio Taricco y Marcos Álvarez se añadirá un asistente de campo o tercer entrenador sin cara aún-, se debe a que se trata de un profesional "con hambre futbolística, que viene para seguir creciendo y dejar su sello en el Betis". Eso de entrada. Aparte, como es natural, están las características estrictamente deportivas del nuevo técnico, forjado en las diferentes categorías de las ligas inglesa y griega. "Es su modelo de juego", comenzó analizando Torrecilla, quien no tuvo arrestos de denominar al ex jugador zaragocista como "un líder", extremo de lo que pocos dudarían a tenor de lo mostrado durante su amplia trayectoria como futbolista. 

"Aparte de venir a ganar partidos, me gusta su método, es decir, que no pretende ganar los partidos de cualquier forma. En el fútbol de élite, los equipos han de ser camaleónicos, que sepan adaptarse a lo que se requiere. Debe compaginarse el fútbol de riesgo con la realidad", anotó Torrecilla, queriendo incidir en que no debe confundirse al aficionado con falsas expectativas. "Si el contrario sitúa a tres delanteros a presionar en el área, será imposible que el portero pueda sacarla jugada a los centrales, obviamente, pero sí, se trata de un técnico que prefiere ser protagonista cuando tiene la pelota y agresivo cuando no la tiene", señaló antes de resumir el modelo de equipo que pretende: "Que el bético se sienta identificado cuando venga a ver jugar a su equipo, más allá de los resultados o de lo divertido que pueda resultar".  

Poco amigo de las cifras, "soy de letras", bromeó, Torrecilla optó por no trasladar a números el objetivo de un club que guiará para las próximas cuatro temporadas. "Que cada año sea un reto mayor. Prefiero no hablar de una clasificación concreta o de unos puntos de antemano. ¿Décimos la campaña próxima? Insisto, prefiero hablar de un modelo y de un proyecto que cada campaña debe ir a más", dijo.

Amable y educado, el ex director deportivo del Celta, es ajeno a las alharacas de los titulares y de los 140 caracteres. No por ello el salmantino se libró de dejar escapar varias perlas. "El análisis de la plantilla está ya hecho con Poyet", manifestó, dando a entender que tanto las salidas como las entradas han sido examinadas. Eso sí, Torrecilla quiere que todo se realice con discreción, "por respeto a los jugadores", a quienes irá llamando uno a uno a partir del lunes.

También aclaró que contará con algunos de los cedidos -Álex Alegría tendrá probablemente su oportunidad- y a Merino, informó, le ha sido ofrecido el puesto de adjunto al director deportivo, cargo que en el Celta estaba ocupado por el ex bético Otero. "Haría un trabajo importante para él y para el club, pero él tiene ahora que decidir si lo acepta", refirió.