Cumbre por un ariete
real betis
Chaparro y Lopera se ven nuevamente las caras en Jabugo con el objetivo de sentar las bases para firmar a un delantero cedido con opción de compra · El brasileño Nilmar, gran objetivo, se antoja complicado
El consejero delegado del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, y su entrenador, Paco Chaparro, mantuvieron en la tarde de ayer un nuevo vis a vis en las oficinas del primero en la calle Jabugo con el asunto estelar de trabajar al máximo en las dos semanas que restan para cerrar el mercado de invierno y reforzar al Betis al menos con un futbolista, preferentemente un delantero, ya que las partes coligieron que la principal carencia del equipo radica en materializar en goles su caudal ofensivo.
En la reunión también estuvieron presentes Carmelo del Pozo, ayudante del técnico y preparador físico de la plantilla; Manuel Momparlet, director deportivo; y Juan Merino, ayudante de éste en la secretaría técnica.
Entre todos sentaron las bases de la que será la política de refuerzos invernal, que en principio estará circunscrita a un solo hombre y que Chaparro hubiese preferido que estuviese aquí ya. Empero, Lopera ha tenido que esperar a que los malos resultados continuasen para caer en la cuenta de las imperiosas necesidades de la plantilla. La reunión se prolongó por espacio de unas tres horas, finalizando pasadas las ocho de la tarde, aunque a mediodía, en el estadio, Momparlet y Chaparro ya habían estado dialogando hasta las dos y media de la tarde.
El técnico sí quiso dejar claro, al igual que ya hizo hace un año o el pasado verano, que el futbolista que venga debe reforzar de verdad la plantilla, por lo que instó nuevamente a Lopera y a Momparlet a desechar muchas de las medianías que ofrecen los intermediarios afines a estos estamentos del Betis.
Entre los diversos delanteros barajados sí hay uno que goza del beneplácito de todas las partes. Se trata del atacante brasileño Nilmar, goleador del Internacional de Porto Alegre, al que el pasado 4 de diciembre dio el título de la Copa Suramericana con un gol suyo frente al Estudiantes de La Plata.
Nilmar Honorato da Silva, nacido el 24 de julio de 1984 en Paraná, mide 1,80 metros y amén de por su facilidad goleadora destaca por ser un futbolista rápido, la cualidad que más echa en falta Chaparro en su ataque y el propio Betis desde el adiós de Oliveira. En el recién concluido Brasileirao, anotó 14 goles en 38 partidos y su equipo lo concluyó en la sexta posición.
El problema con Nilmar, al que ya pretendió el Zaragoza el pasado verano, es que es demasiado caro -entre 12 y 15 millones de euros- y que su club no está muy dispuesto a dejarlo salir bajo la fórmula pretendida por el Betis: una cesión con opción de compra. Si lo lograse, la misma estaría situada en esa cantidad y para ello trabajan diversos intermediarios.
Nilmar, que comenzó su carrera en Porto Alegre, vivió una etapa poco fructífera hace cuatro años en el Olympique de Lyon, ya que no se adaptó y apenas jugó, por lo que regresó a Brasil, primero cedido al Corinthians y luego traspasado. En 2006 sufrió una lesión en la rodilla derecha que le tuvo seis meses sin jugar, pero se recuperó perfectamente y en septiembre de 2007 fue firmado por el Internacional, donde hoy es su gran estrella.
No es el único candidato a reforzar la delantera del Betis, pero sí el de más caché. De ahí que su llegada se antoje complicada a no ser que Lopera decida apostar de verdad por él.
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