El Ghenova Cocos afrontaba un partido importante ante un Éibar muy motivado con la intención de evitar el descenso directo. El parido comenzó con dominio territorial de las locales que abrían el marcador a los quince minutos con un drop de Chía.

Pocos minutos después igualaban las eibarresas con un golpe transformado por su zaguera y empezaron a hacerse descaradamente dueñas del juego encerrando a las verdinegras en su veintidós y poniéndose por delante con sendos ensayos de su primera línea Doha Benslaiman y su ala zurda Nerea García antes del descanso.

Afortunadamente, las maireneras reaccionaron desde el primer minuto de la reanudación tras el intermedio y empezaron a mostrar su mejor juego y a tener el dominio territorial y de posesión del oval. Así no tardo demasiado en llegar el ensayo tras varias fases de delantera que pudo concretar Duna Gómez y pocos minutos después con un contrataque en el que la internacional Blanca Ruiz derrochó calidad sorteando contrarias desde su campo para ensayar e igualar la contienda tras la transformación de la chilena Alfaro aún con 20 minutos por delante. 

Pero ya sólo se movieron los banquillos y no el marcador. A ambos equipos le valía el resultado y no era plan de tomar riesgos. Las vascas se salvaban del descenso directo tras la derrota de Olímpico 7-28 ante el Barça, Las sevillanas -que salvaron la derrota por un golpe fallado por una tiradora a palos excelente en eficacia como Blanca Larrea- se dedicaron a nadar y guardar la ropa y las armeras tanto de lo mismo y dejar pasar los minutos para acabar celebrando el empate como un auténtico triunfo vital.