El Borussia Mönchengladbach, rival del Sevilla en la próxima ronda de la Liga Europa, es lo que podría llamarse un equipo de autor, puesto que es una creación de su actual entrenador Lucien Favre que lo sacó de la precariedad deportiva para hacerle recordar sus viejas glorias. Cuando Favre asumió al popular Gladbach, en la segunda mitad de la temporada 2010/2011, el equipo estaba prácticamente desahuciado y los directivos ya hacían planes para una temporada en la segunda Bundesliga.

Bajo la batuta de Favre, el equipo hizo una remontada sensacional y logró la permanencia. En la temporada siguiente, el equipo siguió jugando como si luchara por la permanencia y al final logró el cuarto lugar convirtiéndose en la sorpresa de la Bundesliga. Ese éxito pasó factura en la medida en que el equipo tuvo que dejar ir a buena parte de sus jugadores clave.

En la defensa perdió a Boafim Dante, que se marchó al Báyern, en el medio a Roman Neustädter, que se fue al Schalke, y adelante a Marco Reus, que se enroló en el Borussia Dortmund. Favre diría que era como si, guardadas las proporciones, el Barcelona perdiera a Piqué, Busquets y Messi de una temporada a otra. Sin embargo, el Gladbach siguió siendo el equipo de mitad de tabla para arriba en el que lo convirtió Favre y su preocupación dejó de ser el descenso para ser las casillas europeas. Aunque hubo otras dos marchas significativas, el venezolano Juan Arango y el meta Marc-André ter Stegen, el Gladbach ha sabido compensarlas y ha sabido reforzarse.

Adelante, una referencia inevitable es Max Kruse, un delantero inquieto que juega a todo lo ancho del campo. En el medio están Christoph Kramer, campeón del mundo con Alemania, y el suizo Granit Xhaka. Y atrás en la portería el suizo Yann Sommer ha hecho olvidar a ter Stegen. Además, el Gladbach en esta temporada ha demostrado tener fondo de armario con jugadores que  -como Ibrahima Traoré, el brasileño Raffael o el sueco Branimir Hrgota- pueden resolver un partido viniendo del banquillo.

Favre mueve con frecuencia el banquillo. Traoré entra cuando se necesita romper una defensa cerrada con acciones individuales, Hrogta cuando se requiera más contundencia en el área y Raffael cuando conviene tener la pelota y hacerla circular. En todo caso, aunque al final de temporada habrá jugadores que se marchen, Kramer por ejemplo no podrá ser retenido, el Gladbach actual es un equipo con un proyecto a largo plazo que implica recuperar la grandeza de los años setenta cuando el equipo renano era el segundo equipo de Alemania o a veces incluso el primero.

Su alineación tipo es Sommer; Korb, Browers, Jantscke, Domínguez; Kramer, Xhaka; Hahn, Hermann; Hazard; Kruse.