Debut amargo del proyecto del Helvetia BM Prointegrada. Los trianeros, que han hecho una revolución en la plantilla con respecto al año pasado con la intención de luchar por el ascenso, cayeron ante el gran favorito para conseguir dicho objetivo, el BM Caserío Ciudad. El equipo dirigido por Fernando Castelló aguantó metido en el partido hasta la recta final, pero en los minutos finales los visitantes supieron manejar mejor el ataque y, a cinco minutos del final, encarrilaron un triunfo que, definitivamente, fue por 23-26.

Había mucha expectación por ver el estreno del Helvetia BM Prointegrada, y sólo había que mirar a la grada del pabellón de Amate (normalmente jugará en El Paraguas) para apreciar que Sevilla se ha vuelto a ilusionar con el balonmano.

Y, aunque el inicio del partido fue complicado, con casi cinco minutos sin anotar, una vez que los nervios desaparecieron los de Triana se metieron de lleno en el encuentro. Con una defensa que fue encajando las piezas y un ataque que se fue asentando tras un inicio de idas y venidas, los de Fernando Castellón cogieron el mando del partido y del marcador, aunque sin marcharse nunca por una diferencia abultada.

Y es que enfrente estaba uno de los aspirantes, si no el que más, para estar el año que viene en la División de Honor Plata. De hecho, fue el campeón de grupo de la temporada pasada.

Juan Andreu observa el partido desde la banda.

La segunda mitad comenzó con la misma dinámica. El Helvetia BM Prointegrada llevó la iniciativa pero sin opciones de escaparse del todo en el electrónico, a pesar de que un par de instantes aumentó su ventaja hasta los tres goles.

Pero fue entonces cuando comenzaron las indecisiones y los errores tanto en defensa como en ataque, lo que provocó que el cuadro visitante se fuera acercando en el marcador. Tanto que, en la recta final del encuentro, cuando restaban unos diez minutos, el BM Caserío se puso por delante tras estar casi todo el partido a remolque.

Goleadores

En el momento definitivo se notó que a los trianeros todavía les falta formar un bloque sólido y conjuntado después de realizar tantos fichajes. No bajaron nunca los brazos, pero a cinco minutos del pitido final los de Fernando Castelló apenas tenían opciones de puntuar al ponerse hasta a cuatro goles. Apretaron en busca de, al menos empatar, pero los puntos se fueron hacia Ciudad Real.