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Immobile llega para quedarse

  • El Sevilla pagará al Borussia Dortmund 3 millones de euros por la cesión del delantero italiano y pactauna opción de compra, obligatoria, de unos 9 millones.

Unai Emery lo quería a toda costa, era su delantero preferido, dentro de las posibilidades del club, para cubrir el vacío que deja Carlos Bacca con su marcha al Milan. Y Ciro Immobile, el ariete deseado, arribó en la noche de este domingo a Sevilla para ponerse, hoy mismo, a las órdenes del entrenador vasco en La Manga si pasa las pruebas médicas y estampa su firma como nuevo jugador del Sevilla.

Era cuestión de tiempo que el club de Nervión anunciara oficialmente una operación que estaba casi ultimada desde el viernes. Monchi ha negociado sin prisas pero sin pausa con Michael Zorc, el director deportivo del gran club aurinegro, mientras Immobile, una vez acordado su contrato con el Sevilla, ha presionado lo suyo, especialmente en la gira asiática que realizó el Dortmund la pasada semana, para forzar una salida. Era cuestión de días que el Sevilla anunciara el acuerdo.

Y lo hizo este domingo a mediodía, en su portal, con una comunicado que contenía un noticioso apunte: el napolitano llega en calidad de cedido por una temporada, a cambio de 3 millones de euros, y no traspasado, como parecía. Pero la cesión tiene un asterisco que empieza a ser habitual en las operaciones estivales: una opción de compra, fijada en unos 9 millones de euros, que será de obligado cumplimiento. El mismo caso, por ejemplo, que tuvo como protagonista a Iago Aspas hace justo un año. El Liverpool cedió al delantero gallego, éste cumplió las condiciones pactadas y el Sevilla pagó 6 millones al histórico club inglés antes de que el Celta se lo llevara por una cifra ligeramente inferior. O igual que Nico Pareja el anterior curso procedente del Spartak de Moscú.

El tope salarial que impone la Liga de Fútbol Profesional a cada club desde 2013, atendiendo a la proporción entre el patrimonio neto de la entidad y la cifra de negocio anual, fomenta esta modalidad contractual, una cesión que no deja de ser un traspaso encubierto para aplazar el desembolso realmente gravoso al ejercicio posterior.

Fuentes muy cercanas al club consultadas este domingo consideran que ese control financiero de la patronal de los clubes está detrás de esta cesión: si Immobile hubiera sido traspasado ya a cambio de unos 12 millones para el Borussia, y hubiera firmado su contrato por cuatro años a razón de unos 3 millones brutos por cada uno de ellos, la LFP contabilizaría seis millones anuales -tres proporcionales del traspaso y tres del contrato del jugador-, por esta sola operación, en el capítulo de gastos anuales del Sevilla. Como alternativa, entra en juego la ingeniería financiera.

La pasada temporada, el Sevilla tuvo un tope de 78,6 millones de euros para invertir en sueldos y, no se olvide, amortizaciones. Fue el cuarto club de Primera con la cifra más alta, por debajo de Barcelona (347,9), Real Madrid (328) y Atlético de Madrid (105). El Valencia era el quinto con 73. Para la próxima campaña, aún no han trascendido los topes que ha dictado la LFP.

Este domingo, Immobile se subía a un avión privado en tierras italianas y, ya a medianoche, se plantaba en Sevilla decidido a relanzar su carrera futbolística, varada en su fallida temporada en la Bundesliga. Su caliente sangre napolitana no se adaptó a la fría Alemania y si hay un club que hoy se vanagloria de recuperar a jugadores sumergidos en una irregular trayectoria, es el Sevilla: los últimos casos, la pasada campaña, fueron Banega y Tremoulinas.

Con la contratación de Immobile, de 25 años, son ya siete los fichajes del Sevilla con vistas a afrontar una temporada tan ilusionante como exigente. Al internacional transalpino le han precedido Krohn-Dehli (coste cero en traspaso), Kakuta (3,5), Escudero (2,5), Rami (3,5), Konoplyanka (coste cero) y N'Zonzi (7,5). Sumando los 3 millones por la cesión de Immobile, el gasto del Sevilla en traspasos asciende por ahora a unos 20 milllones de euros, a lo que habría que sumar los 6 por Iago Aspas.

Cuando la primera plantilla apenas ha realizado dos días de trabajo en el stage de pretemporada de La Manga -después de que se fueran incorporando de las vacaciones desde el pasado lunes 6 de este mes- Unai Emery ya cuenta con la mayoría de refuerzos para el nuevo proyecto ya su disposición. Falta el lateral derecho que supla a Diogo Figueiras -la opción del chileno Isla sigue siendo muy lejana por las pretensiones de la Juventus-, más -si acaso- un delantero joven y con proyección que acepte su rol secundario ante Gameiro e Immobile.

El italiano, por cierto, será presentado hoy mismo en el estadio, tras las pruebas médicas, y partirá a La Manga a trabajar.

Un rematador de sangre caliente y nada estático

Ciro Immobile nació el 20 de febrero de 1990 en Torre Anunziata, junto a Pompeya, a los pies del Vesubio. Necesariamente, es un delantero de sangre caliente, que tan pronto va al choque con los centrales como sale a campo abierto y es capaz de arrancar desde muy atrás para llegar al área con potencia. Diestro, también posee un duro remate con su pierna izquierda. Su juego aéreo -mide algo más de metro ochenta- es más que aceptable y posee una virtud que comparte con Bacca: saca el remate como del rayo, necesita poco tiempo y poco espacio para ello. El colombiano es más técnico y el italiano más fuerte. Es campanese pero se formó en la cantera de la Juventus. Debutó en la Serie A con 19 años y tras pasar por Siena, Grosetto, Pescara y Génova, explotó en el Torino. Allí fue capocannoniere en la campaña 2013-14 con 23 goles. Debutó con la absoluta italiana en el Calderón, ante España (1-0, 5 de marzo de 2014). Pero en Dortmund, quedó varado: 10 goles en 32 partidos. Por eso llega al Sevilla.

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