Intensidad y muchas cosas más
El Betis necesita cambiar la imagen ofrecida en los dos últimos duelos. Mel realizará hasta ocho cambios.
Sombrío horizonte el que se ha cernido sobre el Betis en los últimos tiempos, con esas dos derrotas ante Granada y Mallorca generando dudas sobre el presente del equipo que adiestra Pepe Mel. Si durante la racha de diez encuentros sin ganar, que casi le costó el puesto al técnico, apenas se discutió sobre la actitud de la plantilla e incluso no se puso en cuestión el trabajo del entrenador más allá de la ausencia de resultados, ahora la música suena distinta en torno al equipo verdiblanco. El propio Mel reclamó ayer más intensidad a sus pupilos sobre el terreno de juego, achacando a la falta de actitud los dos últimos malos resultados, pero los males de este Betis parecen más allá de esa motivación y únicamente una victoria ante el Athletic frenaría ese runrún que amenaza la estabilidad bética.
Para empezar, el técnico realizará una revolución en el once, mal síntoma cuando se llevan disputadas 21 jornadas. Desde la portería, donde Fabricio apunta a titular por vez primera en el campeonato liguero, a la delantera, donde Jorge Molina encontrará el premio a su mejoría de los dos últimos meses en sustitución de un Santa Cruz quizá menos intenso de lo que el Betis necesita en estos momentos. Pero no sólo se quedarán ahí los cambios de Mel, sino que Nelson podría entrar en el lateral derecho, Jonathan Pereira en el extremo izquierdo y Dorado, Nacho, Beñat y Salva Sevilla regresar al equipo inicial después de quedarse fuera en el encuentro ante el Mallorca. Una verdadera rotación en el once para recuperar las señas de identidad de un equipo que las ha perdido de manera alarmante en apenas 15 días, justo ahora que ha vuelto a colocarse a un punto de la zona de descenso.
Esa alarma que genera la situación clasificatoria, con los equipos inmersos en esa misma pelea sumando puntos, ha provocado que la semana haya sido más revuelta de lo deseado. Desde rifirrafes entre futbolistas en los entrenamientos a protestas de los aficionados, pasando por esa visita de la plana mayor del club a las entrañas del vestuario para recordar lo que el Betis se está jugando en esta temporada. Nadie quiere encender la luz roja que traería consigo una posible destitución de Mel, pero la situación comienza a generar la suficiente inquietud como para que se vuelva a especular sobre posibles sustitutos del técnico, algo que sólo se frenaría con una victoria ante el Athletic de Marcelo Bielsa.
Precisamente, el cuadro vizcaíno no aparece como el mejor rival para salir de una crisis, al considerarse ahora mismo como uno de los conjuntos más en forma de la categoría. Con la moral disparada tras el pase a la final copera, lo que casi le garantiza la presencia europea la próxima temporada, el Athletic sí es ahora ese equipo protagonista que pregonaba su entrenador. Con un once que se recita de memoria -únicamente la baja de Ander Herrera provocará la presencia de Íñigo López-, Bielsa ha conseguido establecer su patrón de juego sobre las bases que le dejó Joaquín Caparrós.
La nueva posición de Javi Martínez ha encontrado a un central de plenas garantías para sacar el balón jugado, De Marcos se ha convertido en la revelación de la temporada con su desborde por el ala izquierda y Fernando Llorente viene pulverizando sus registros goleadores, con 11 tantos en los ocho últimos encuentros entre Liga y Copa, con lo que el Athletic de Bielsa aún no conoce su techo. Si a esto se le añaden sendas victorias en sus dos últimas visitas a Heliópolis, el cuadro vasco no es el mejor rival para frenar la sangría verdiblanca.
Pese a todo, Mel apela a varios factores que podrían tener su influencia. Y es que el Betis realizó su mejor partido de la temporada en San Mamés, aunque ahora no se trate del mismo Athletic. En aquel encuentro, el trivote verdiblanco con Iriney, Beñat y Salva Sevilla impuso su circulación de balón, algo que se antoja necesario que ocurra de nuevo si no se quiere sufrir con la asimetría que genera el trivote. El juego aéreo del equipo vizcaíno es otra de las preocupaciones, aunque Mel se remite de nuevo al encuentro de la primera vuelta, donde el Betis supo frenar esa poderosa virtud de su rival.
No cabe otra opción que la de ganar para ahuyentar a los fantasmas que vuelven a rodear al inquilino del banquillo verdiblanco, por más que el rival sea uno de los equipos de moda del fútbol español. Nadie se quiere plantear en el Betis otro escenario que no sea el reencontrarse con la victoria, por lo dramática que se tornaría una situación que hace un mes se veía con tranquilidad. Los vaivenes de este equipo ciclotímico dirigido por Mel han oscurecido otra vez el panorama, pero los nervios cada vez son mayores ante la cercanía del final del campeonato. Con una mayor intensidad, sí, pero también con otras muchas cosas, empezando por la revolución en el once, el Betis se juego algo más que tres puntos ante el Athletic. Y es que ya ni Mel queda libre del punto de mira de las críticas.
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