"La gente nos aplaude si nos entregamos"

Apuntó directamente a los jugadores Pepe Mel en su conferencia de prensa previa al duelo ante el Athletic, donde solicitó mayor intensidad para revertir la dinámica de resultados. Y es que las dos últimas derrotas y, sobre todo, la paupérrima imagen ofrecida en ambas han ensombrecido el panorama en Heliópolis.

"Hay que cambiar muchas cosas, sobre todo la intensidad en el juego. Si algo tiene esta afición es que al equipo se le pide que se deje las rayas verdes en el campo, más allá del resultado. Si luego se pierde será consecuencia del juego, pero que por actitud, ganas e intensidad, que no sea. El primer tiempo de Granada nos ha matado, han pasado 15 días de ese partido y todavía entre nosotros hablamos de esa falta de intensidad. Lo demás está ajeno a nosotros y nos tenemos que preocupar de recuperar los valores que nos han traído a Primera y que hasta hace poco nos ha tenido a mitad de tabla. Ganamos tres partidos seguidos con un buen nivel, luego competimos bien ante el Barcelona y en el derbi, pero nos equivocamos gravemente en la primera parte ante el Granada y eso lo estamos pagando. Nos ha hecho mucho daño y toca levantarse, porque el rival no nos va a dar un respiro ni nos perdonará un error", comentó Mel, quien resumió el sentir de los aficionados con respecto a su equipo. "Cuando la racha de un punto en nueve partidos, la gente nos aplaudía porque el equipo se entregaba y no se levantó una voz en contra. Esta afición es así. Lo que no permite es que no se dé el 100% y es lo que ha visto en los dos últimos partidos. Si jugamos con la máxima intensidad y nos ganan, nos iremos tranquilos. Lo mejor es que hemos reconocido el error y así es más sencillo poder corregirlo".

El Betis se encuentra a punto del descenso, pero Mel asegura que eso no le añade presión alguna. "Un entrenador profesional siempre la tiene por ganar y hay que aceptarla. La supervivencia del Betis está en juego y eso me ha sentir doblemente presionado, porque éste es mi equipo. Me dedico a estudiar al rival y a equivocarme lo menos posible en el once", afirmó Mel, a quien no le preocupó el enfrentamiento entre Rubén Castro y Chica: "He sido 16 años futbolista y llevo 13 de entrenador. Raro es el año que no pasa dos o tres veces en un equipo. Yo ni intervine, luego se dieron un abrazo en el vestuario y la relación entre todos es magnífica. Es normal que esta semana los entrenamientos sean más duros porque la intensidad no está siendo la correcta, hay que aumentarla y a través de los entrenamientos es como se hace. Si hay intensidad y ellos meten pierna con un compañero, contra el rival también lo harán".

La nueva racha negativa pone de nuevo en entredicho al propio entrenador verdiblanco, aunque él no se siente cuestionado. "En el fútbol todo cambia con los resultados. Hace poco escuché a un presidente decir que tenía toda la confianza en un entrenador y a las dos semanas lo echaban. Las palabras, palabras son", señaló Mel, que afirmó que los entrenamientos seguirán a puerta abierta: "Mientras yo sea entrenador del Betis la ciudad deportiva no se cierra, no le puedo privar a la gente de ver a su equipo, que demasiados problemas tienen muchos que no trabajan. El presidente aguanta los pitos en el palco, el entrenador en el banquillo y lo hay que hacer es volver a enganchar a la afición que hace poco nos aplaudía".