Pudo ser peor para España después de que Lothar Matthäus sacara una primera papeleta con la palabra "Germany" impresa, pero los sucesivo emparejamientos con Japón y con el vencedor de la eliminatoria Costa Rica-Nueva Zelanda configura un Grupo E en el que las dos selecciones europeas son claras favoritas para pasar a los octavos de final del Mundial de Catar 2022.

Además, la selección española debutará el día 23 de noviembre en el vanguardista estadio Al-Bayt (el mismo que acogerá el partido inaugural entre Catar y Ecuador) ante costarricenses o neozelandeses, lo que sin duda le debe dar serenidad para afrontar, ya el 27 de ese mismo mes, el complicadísimo choque ante los germanos.

Las dos selecciones europeas, sobre el papel, se van a jugar la primera plaza de su grupo par así evitar, siempre en teoría, el cruce en octavos con la potente Bélgica, la mejor selección del grupo F de largo. Canadá, Marruecos y Croacia lo completan y los balcánicos son los llamados a acceder también a la siguiente fase. 

En cuartos, el adversario de España saldría de los grupos G (Brasil, Serbia, Suiza o Camerún) o H (Portugal, Uruguay, Corea del Sur o Ghana).

El 1 de diciembre, España abrochará su participación en la fase de grupos ante Japón. 

Alemania trata de asimilar los conceptos de su seleccionador desde junio de 2021, Hansi Flick, que relevó a Joachim Löw tras la decepcionante Eurocopa 2020. Flick arribó a la Mannschaft con el manual que tantos éxitos le ha reportado en el Bayern Múnich: presión adelantada, un ritmo de balón endiablado e iniciativa constante aun dominando en el marcador. Bajo su habitual 4-2-3-1, sus puntales están en la portería (Ter Stegen y Neuer), en la pareja Kimmich-Gundogan como fantásticos armadores del juego y en el dinamismo de sus atacantes: Havertz (Chelsea), Sané o Gnabry (Bayern), además de los emergentes valores que siempre garantiza la cantera teutona: Musiala, Nmecha...

Thomas Müller es el líder de este compensado grupo que en la fase de clasificación ganó nueve de sus diez partidos y sólo cedió un empate. Jugó ante Macedonia del Norte (segunda), Rumanía, la Armenia de Joaquín Caparrós, Islandia y Liechtenstein.

La Japón del seleccionador Hajime Moriyasu, por su parte, guarda cierto peligro por su experiencia internacional (no suele faltar a las grandes citas por su hegemonía en Asia) y por la intensidad y disciplina de sus jugadores, pero aún está varios escalones por debajo de los mejores combinados europeos y suramericanos, por mucho que cada vez más jugadores nipones asomen por las grandes ligas del Viejo Continente. 

Sus jugadores más conocidos son el extremo derecho mallorquinista Takefusa Kubo, el extremo izquierdo Takumi Minamino (en el Liverpool, acaso su pieza más cotizada) y el pivote del Stuttgart Wataru Endo. Su veterano capitán es el central de la Sampdoria Maya Yoshida. 

Costa Rica es favorita ante Nueva Zelanda en la eliminatoria directa que jugarán a mediados de junio en Catar para obtener esa preciadísima plaza para la fase final. Los ticos quedaron cuartos en el grupo de la Concacaf empatados a 25 puntos con los terceros, Estados Unidos, que acabó por delante por su mejor average.