Si tras la jornada de descanso Marcelino planificó un entrenamiento el miércoles, que se inició con una intensa sesión de gimnasio para recuperar la musculatura, los profesionales de la primera plantilla sevillista sudaron de lo lindo en las dos sesiones que el técnico asturiano planificó para la jornada de ayer.

En la sesión matutina, que comenzó pasadas las nueve de la mañana, se volvió a trabajar la musculatura ventilatoria con los famosos tubos, mientras que el fisiólogo Nicolás Terrados tomó muestras de sangre a todos los miembros de la plantilla, incluido Guarente, que volvió a trabajar al mismo ritmo que sus compañeros. También tuvieron cita con la báscula los futbolistas del Sevilla.

El balón tuvo más importancia en la segunda parte de esta sesión, en la que el técnico asturiano dividió la plantilla en tres equipos para disputar partidos en un campo reducido para mejorar la reacción en las distancias cortas.

La anécdota en esta sesión fue la reprimenda de Marcelino a Rodri. El pichichi del filial la pasada temporada se retiró del entrenamiento al notar unas molestias, pero Marcelino fue a buscarlo, obligándole a entrar al campo de nuevo para que le pidiera permiso para marcharse. Tras esto, Marcelino y Rodri tuvieron una charla en la que también estuvieron presentes Rubén Uría y Javi Navarro.

En la sesión de la tarde se reincorporaron los internacionales Negredo y Medel, mientras que Spahic no pudo llegar a tiempo. Marcelino dio más protagonismo al balón, en una sesión eminentemente táctica en la que se trabajó la circulación del balón y el repliegue defensivo. Al finalizar el entrenamiento, la plantilla sevillista se marchó a cenar junto con el cuerpo técnico.