Bendita la presión de ganar y ganar sin margen siquiera para respirar. El Sevilla vive una extraña sensación trufada de agobio por no poder pararse ni para tomar resuello y de euforia por las altísimas metas que tiene fijadas en este apasionante final de temporada que está viviendo. En plena vorágine de partidos, el calendario liguero se aprieta, justo cuando sus equipos punteros están inmersos en las eliminatorias europeas por uno de esos desajustes que no se terminan de comprender. Pero es lo que hay y el Sevilla, por su elevadísima competitividad, es de los tres privilegiados españoles que deben repartir esfuerzos entre la competición europea y la liguera. Y en medio de este camino de seda, la pana. Tras la explosión de júbilo de San Petersburgo, la animada victoria sobre el Rayo y antes de encarar una semana mágica en Nervión ante Madrid y Fiorentina, el equipo de Unai Emery tiene un pedrusco en el camino que responde por Ipurúa.

Viendo las estadísticas del Eibar en la segunda vuelta y la trayectoria casi inmaculada del Sevilla en los dos últimos meses y pico, con 14 partidos sin perder, es lógico pensar que el conjunto de Emery tiene un partido fácil en el pequeño estadio eibarrés. Pero el fútbol desdice a los que se fían de las estadísticas y el técnico guipuzcoano ya ha advertido de lo que se encontrará su equipo en Éibar.

A Gaizka Garitano se le ha caído el equipo en la segunda vuelta hasta el punto de haberse convertido en el peor después del Córdoba al haber sumado únicamente cuatro puntos en las 14 jornadas disputadas en este periodo. Sólo una victoria alumbra al conjunto armero, sobre el Málaga (1-0), desde que el calendario cruzó su ecuador. Un empate en Granada completa el cuarto punto conseguido. Todo lo demás han sido derrotas y más derrotas, casi todas ajustadas, por la mínima, excepto la de Riazor y la inmediata de Almería (2-0) y las cosechadas ante Madrid (3-0) y Barcelona (0-2). Es decir, que el Eibar, pese a la parquedad de recursos, siempre plantea batalla, aunque precisamente la escasez de calidad y, sobre todo, de gol le impide decantar los cerrados partidos de su lado.

Hoy, el Sevilla es favorito para llevarse los tres puntos y esto, ya ha quedado dicho, no dice absolutamente nada en este deporte. El equipo de Emery se apresta a una ardua batalla, a una intensa disputa en cada balón. El Eibar, tras firmar una espléndida primera vuelta con 27 puntos acumulados, ha perdido todo el colchón que tenía y ya tiene el agua al cuello, con el Deportivo, primer equipo en puesto de descenso, pisándole los talones a sólo dos puntos. Además, el club ha realizado un llamamiento para que la afición local acuda en masa e incluso ha habilitado el sector del graderío en obras para aumentar el aforo.

Contra esa necesidad y ese ardor del contrincante, el Sevilla debe imponer la misma intensidad, o más si cabe, y decantar la balanza con su indudable superior calidad. Emery tendrá que repartir esfuerzos porque el sábado llega el Real Madrid al Sánchez-Pizjuán y el jueves siguiente arriba la Fiorentina en el primer round de las semifinales de la Liga Europa. Y tiene jugadores tocados como Vitolo o Beto que, lógicamente, se quedarán fuera del embate de hoy en la frontera guipuzcoana. Con Pareja fuera de combate, la rotación en el eje de la defensa casi no existe. Arribas hace tiempo que dejó de contar para el técnico de Fuenterrabía, pero volvió a la lista. Y en la medular, el técnico le da descanso al intocable Krychowiak, para que vuelva Mbia. El oxígeno debe llegar por las bandas, tanto en los laterales como en los extremos. Coke y Aleix Vidal descansaron ante el Rayo y Fernando Navarro está presto para meter el hombro en cuanto el equipo lo necesite y podría ingresar en el once ante el cúmulo de minutos de Tremoulinas, mientras que Denis Suárez está fresco tras haberse quedado fuera del equipo en la anterior fase.

Elija el equipo que elija, el Sevilla, con Bacca o con Gameiro, no tiene otra que ganar para seguir enganchado al sueño de la Champions. Es la bendita presión de competir. De momento, el Valencia no falla, aunque ahora también sufrirá la acumulación de esfuerzos en la Liga que el Sevilla venía padeciendo con Europa. La guardia debe permanecer alta.

Emery da descanso a Krychowiak, sale Deulofeu y entra Arribas

Con Vitolo y Beto aún en proceso de recuperación y, sobre todo, mimados para evitar una recaída de ambas dolencias menores ante lo que se avecina, Unai Emery elaboró tras el entrenamiento de este martes una lista con 18 futbolistas. La principal novedad en la misma es la ausencia de Krychowiak. El polaco es un intocable para el entrenador sevillista y apenas se ha perdido un par de partidos de Liga por sanción y algún otro aislado por problemas físicos sin trascendencia. Pero hace mucho tiempo que el medio centro no tiene ningún receso y Emery ha preferido darle un respiro para que afronte con energía las citas de envergadura ante Madrid y Fiorentina. También se cae de la lista Deulofeu, mientras que Arribas vuelve a una convocatoria después de muchísimo tiempo sin jugar debido a la escasa rotación defensiva.