Pasión, sorpresas y solidaridad

Argentina apoya la prueba con un entusiasmo desmedido

Fernando Morbelli / I. Jacobacci

06 de enero 2009 - 05:02

La pasión, las sorpresas y la solidaridad están marcando el debut del Rally Dakar en Suramérica, que ofrece una imagen muy diferente a la de sus años en África. Más de medio millón de personas siguieron en las calles la llegada a Buenos Aires y las autoridades esperan la visita de otras 500.000 cuando los pilotos lleguen al puerto chileno de Valparaíso.

Jamás África brindó esa euforia en los 30 años del certamen, que nació el mismo año en que Chile y Argentina estaban al borde la guerra por tres islas de la Patagonia.

Argentina está inmersa en una dakarmanía que se vio en el inicio de la carrera en Buenos Aires, pero que se extiende a todas las provincias por donde está pasando.

El país alberga cada año una fecha del campeonato mundial de rally en la provincia de Córdoba, pero el paso del Dakar por buena parte del país permite ahora a muchas más personas expresar su pasión por el automovilismo.

En Neuquén las autoridades recomendaron a los habitantes que mientras los días en que los automóviles, motos y camiones estén en la ciudad no carguen mucho combustible, para poder priorizar a los 500 vehículos.

Las plazas hoteleras en las diferentes ciudades y localidades por donde pasan las máquinas están colmadas, y hasta se deben recurrir a campamentos y casas de familia para que los espectadores puedan tener un lugar en donde pasar la jornada. La situación genera más de una vez abusos en las tarifas de alojamiento.

La pregunta que rondará durante todo el Dakar es si la prueba volverá a Suramérica el año próximo. A ambos lados de la frontera autoridades y parte de la prensa aseguran que el rally más famoso del mundo recorrerá los caminos de ambos países también en 2010, bicentenario de la independencia de Argentina y Chile.

"Eso es efectivo", dijo Enrique Mayer secretario de Turismo argentino, aunque la decisión oficial será adoptada diez días después de terminada la prueba, aseguran en ASO, la empresa organizadora.

Pero tanto entusiasmo también trajo problemas de seguridad y es probable que varias etapas sean modificadas, informó en Chile El Mercurio. Ya dos personas fueron atropelladas y los pilotos reconocen nerviosismo. "Estamos muy pendientes del tema", dijo el conductor chileno Carlo de Gavardo, quien compite en la categoría de automóviles.

Aunque el entusiasmo también es prenda de garantía. En la segunda jornada, el favorito en motos Marc Coma advirtió que su radiador tenía una fuga de aceite y estacionó cerca del público, resignado a abandonar. "¿Qué necesitas?" Le dijo un muchacho. "Aceite", respondió el líder de las motos sin esperanzas, pero a los diez minutos recibió una botella, que le permitió concluir la ruta, aunque vigésimo.

Otros favoritos tuvieron menos suerte. Cyril Despres chocó con una duna y David Casteau fue picado por una abeja en plena carrera. Hechos que anticipan que tal vez la prueba será pródiga en sorpresas, tras años de monopólico dominio de KTM en motos y Mitsubishi en coches.

Las nuevas condiciones geográficas y los cambios en neumáticos han abierto dudas sobre los pronósticos, sobre todo porque la actual prueba es la tercera más larga desde el año 2000, con 9.578 kilómetros.

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