Un problema burocrático impidió que Pepe Mel pudiera contar con Ryan Harper el pasado sábado ante la Ponferradina. Y es que, según el reglamento de la Federación Española (artículo 226), un futbolista de un filial puede alinearse con el de categoría superior cuando tenga menos de 23 años, algo que el jugador nacido en Glasgow no cumple puesto que nació el 16 de abril de 1987. Sin embargo, la reglamentación contempla que sí pueda hacerlo hasta los 25 si tiene contrato profesional, algo de lo que carecía Ryan hasta este momento.

La idea del club es solucionar este problema entre hoy y mañana, modificando su contrato para otorgarle la categoría de profesional, aunque en principio no está previsto que varíen los emolumentos que reflejan el contrato firmado el verano pasado cuando llegó procedente de la Unión Deportiva Estepona. De esta forma, el delantero escocés ya podrá entrar en los planes de Mel si éste lo considerase necesario, a la vez que continuará jugando con el filial. Ayer, el escocés participó en el entrenamiento vespertino del primer equipo verdiblanco, algo que realizará durante esta semana, según la decisión tomada por Mel.

El buen hacer de Ryan Harper con el filial en este inicio de campeonato parece que podrá ser premiado en breve con una convocatoria con el primer equipo, algo que se antojaba imposible hace apenas un mes. Desde el partido benéfico que el Betis disputó en Benacazón, y donde el escocés anotó un tanto en la goleada verdiblanca, Mel lo ha tenido apuntado en su agenda de seguimiento del filial y, ante la carestía de efectivos en la zona de ataque, tiene decidido contar con el escocés.

La recuperación de Jorge Molina marcha por buen camino, aunque el delantero no tiene previsto empezar a entrenarse al mismo ritmo que sus compañeros hasta la semana próxima. "He querido acortar los plazos, pero los fisioterapeutas me han frenado para que no corra riesgos", comentó ayer el alicantino, que recogió en Madrid los trofeos como máximo goleador de Segunda y español de la pasada temporada.