Sevilla-Deportivo (2-1): No hay calma ni ganando

Copa del rey

El Sevilla se empeña en no sentenciar la eliminatoria ante un rival flojísimo y lo puede pagar con la pena capital en siete días · Con 2-0 fue incapaz de controlar el juego y lo volvió a pagar.

Sevilla-Deportivo (2-1): No hay calma ni ganando
Sevilla-Deportivo (2-1): No hay calma ni ganando
Jesús Ollero

07 de enero 2009 - 22:48

Hasta cuándo va a estar el Sevilla jugando con fuego es algo que escapa a cualquier explicación aparente. Con una primera media hora horrible de verdad, debió ejecutar sin miramientos a un Deportivo muy alejado del equipo que amenaza con asomarse a la Champions, pero en lugar de eso concedió de nuevo un gol tardío que permite a los gallegos esperar en siete días en Riazor con una notable convicción de éxito.

Esa convicción de éxito se ha evaporado en el Sevilla. Increíble que el equipo no amarrara una tranquilidad que necesitaba como el comer y que el Deportivo de Lotina se había empeñado en proporcionar. Comenzó impetuoso el cuadro visitante y las dudas actuales en Nervión magnificaron un poco la salida coruñesa. Con Capel autoanulado en la izquierda, fue meterse por el centro y desarbolar a un adversario al que un poco de velocidad bastaba para dejar atrás.

Un paradón de Palop a Colotto pasado el cuarto de hora despertó a un Sevilla contemplativo y con muchas ganas de dejar pasar los minutos. Una acción a trancas y barrancas de Luis Fabiano acabó de convencer al Sevilla de que el rival no merecía mayor temor, Capel agarró un balón por el centro, Lopo le derribó y el brasileño desenmascaró la situación. Falta templada por el centro que supera a la barrera y a un portero que falló evidentemente, uno-cero y todo de cara para jugar de otra manera, quitarse miedos, que la escasa platea dejara de pensar en Jiménez, y en Del Nido y en Monchi, y el Sevilla se dedicara a recuperar algo de sí mismo.

Ocurrió a medias. El Sevilla no recuperó la suficiente porción de Sevilla para grandes metas y no terminó de reunir la tranquilidad suficiente para repartir dos bofetones a un equipo sin respuesta. Un cambio de juego, más que un centro, de Jesús Navas lo convirtió Capel en una dejada de cabeza para que Kanoute rematara horrible, blando pero muy cruzado para superar a Fabricio. Desaparecido el malí, estorbó más que nunca y para colmo mezcló churras con merinas con una camiseta inaceptable por muy loable que sea su intención.

La capacidad del Sevilla por controlar el centro de campo, reducidísima toda el encuentro, terminó por convertirse en un arma peligrosísima. Jugando con fuego otra vez, el Deportivo fue tocando más y más con los minutos y las clarísimas ocasiones del primer cuarto de hora de la reanudación se volatilizaron. Luis Fabiano, dos veces, y Crespo pudieron dar por zanjada la cuestión. El canterano se quedó solo ante el portero y no supo muy bien qué hacer. El brasileño se cerró en una buena incursión y luego se olvidó del balón cuando Kanoute le dejó solo ante el portero. Nada grave con 2-0 si no fuera porque en la Copa no hay tres puntos y los goles del rival significan mucho más que recortar distancias.

Se debió olvidar de eso el Sevilla cuando el Coruña volvió a asomar por el área de Palop con el único argumento de la permisividad local. Fuera un nulo Maresca y dentro un Renato que casi sin darse cuenta subió las líneas del Sevilla peligrosamente. El cambio fácil, Adriano por Capel, y la medular sin controlar. Así siguió y así se volvió a complicar un equipo que no sabe como acertar. No lo sabe de ninguna manera. Ni contra un equipo que hizo todo lo posible por salir eliminado del Sánchez-Pizjuán. Riki abrió a De Guzmán, totalmente solo en el pico del área para asistir a la entrada de Omar Bravo, que empujó ante Palop. Un gol que es un desastre y que evidencia lo más evidente: que la tranquilidad es imposible ahora mismo en el Sevilla ni con un dos-cero y todo a favor. Como contra Osasuna, un agónico balón que termina en el palo para arreglar la situación. De nuevo el fuego y de nuevo la quemadura. Ahora no hay casi nada a favor, por mucho que valgan dos de los tres resultados, como diría aquel. Ni ganando fácil hubo tranquilidad. Parece que algo o alguien (o varios 'alguien') ha dejado de creer y está por ver que vuelva (o vuelvan) a hacerlo.

Ficha técnica:

2 - Sevilla FC: Palop; Crespo, Squillaci, Escudé, Fernando Navarro; Jesús Navas, Maresca (Renato, 61'), Duscher, Diego Capel (Adriano, 72'); Kanoute y Luis Fabiano.

1 - RC Deportivo: Fabricio; Manuel Pablo, Lopo, Colotto, Laure; Antonio Tomás, De Guzmán; Pablo Álvarez (Juan Rodríguez, 69'), Valerón (Lafita, 88'), Cristian (Omar Bravo, 69'); y Riki.

Goles: 1-0 (31') Luis Fabiano. 2-0 (40') Kanoute. 2-1 (81') Omar Bravo.

Árbitro: Antonio Miguel Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Amonestó a los visitantes Laure (27'), Lopo (29') y De Guzmán (38') y a los locales Kanoute (m.40) y Crespo (m.42).

Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey. Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Unos 15.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.

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