¿Sobrevivirá este fútbol sin respirador artificial?

Desde mi córner

Con permiso de Tebas, el fútbol debe procurar que se reactive pronto el mercado de verano

COMPLICADA situación plantea el plazo establecido para el mercadeo estival. Y lleva razón Lopetegui al quejarse de que haya cuatro jornadas de Liga con el mercado abierto y que se den casos de futbolistas que empiezan el curso con una camiseta y la continúan con otra. Ciertamente, esto es una agresión más a la credibilidad del fútbol y son demasiados los casos desde que el inicio liguero se adelantó a causa del constreñido calendario.

Uno de los ejemplos más sonados fue el de Sergio Ramos. El camero defendió la camiseta blanca del Sevilla en el primer partido de la Liga 2005-2006 con triunfo sobre el Racing santanderino por 1-0, gol de Kepa. Aquella noche formó el camero dupla en el centro de la defensa con Aitor Ocio y en pleno parón liguero cambió la camiseta blanca por otra igual, pero era la del Real Madrid. Fue ese uno de los muchos ejemplos de esta extraña situación.

Situación que, dada la atonía actual del mercadeo, va a ser rica en ejemplos. Sólo falta que el mercado se reactive como se ha reactivado el de Inglaterra con el sorprendente pelotazo que ha sido el fichaje de Cucurella por el Chelsea. Y viendo esto, un servidor recuerda cómo el melenudo futbolista catalán fue ofrecido al Betis con un rechazo que ahora se lamenta y se envidia en el seno del desconcertado club de las trece barras con corona y vigente campeón de Copa.

Hay quienes siguen asidos al tiempo de confinamiento como causante de la penuria en caja, pero eso no debe esgrimirse, ya que el problema de las gradas desiertas fue un mal común. Estoy convencido de que, con permiso de Tebas, el mercado se reactivará más pronto que tarde. Quizá lo aconsejable sea vivir austeramente a la espera de tiempos mejores, pero la pregunta del millón es si el fútbol sobreviviría a una abrupta retirada del respirador artificial.

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