Villas-Boas prevé un partido muy distinto al de la ida
El técnico luso, muy crítico con la UEFA por el horario, cuenta con el público y el gol fuera como bazas
"Si hay penaltis, el partido terminará a las tres de la mañana". Esta frase ilustra sobre el enorme enfado de Andre Villas-Boas con el horario del partido, tardísimo para una ciudad del Báltico. La UEFA ha dado prioridad a otros intereses, de ahí las críticas de que "haya impuesto un horario absurdo" (22:05, hora rusa). "La UEFA discrimina a los equipos del Este con estos horarios".
Horarios al margen, el técnico luso tiene confianza en un partido que prevé muy distinto al de la ida. "Estamos vivos y queremos marcar nuestra presencia en las semifinales. Es un desafío distinto a lo que pasó en Sevilla, porque ahora jugamos en casa, con nuestro público y además recuperamos a cuatro jugadores determinantes", dijo el entrenador portugués en referencia a los laterales Smolnikov y Criscito, el mediapunta Danny y el atacante Hulk, que no estuvieron en Sevilla por sanción. "Tenemos que jugar un fútbol de ataque, pero también tener conciencia de que el ataque del Sevilla es muy, muy bueno, y no podemos descompensar el equipo", añadió, antes de elogiar la competitividad del Sevilla. "Tiene un gran mérito por desarrollar una buena temporada tanto en la Liga como en la competición europea".
Por ello, Villas-Boas reconoció que tras el 2-1 de la semana pasada y la enorme capacidad competitiva del Sevilla, "lo tiene todo para pasar". Sin embargo, reconoció que el Zenit tiene dos grandes bazas: "Nuestra ventaja es haber marcado un gol fuera y tener a toda la afición detrás, porque jugar en Rusia siempre es complicado". "Los dos equipos intentarán imponer su juego, pero por encima de eso, influirá el factor emocional porque se trata de dos equipos con historia en esta competición que se juegan el pase a las semifinales", añadió.
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