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Unos andando; otros sin saber adónde ir

  • El descontrol lo inició un marcaje individual a Cristiano y siguió con cierres que nunca estaban y centrales que jamás llegaban

Ningún sevillista se explica hoy qué es lo que intentó Gregorio Manzano, cómo pretendía hincarle el diente al Real Madrid y para qué se llevó al equipo a Costa Ballena. No creían que lo de Getafe se podía superar, aunque en Almería, ante un equipo descendido y con diez, hizo oposiciones a ello. El planteamiento global del partido puede tener explicaciones y seguro que el jiennense lo podrá hacer, pero lo que es la ejecución fue un auténtico desastre. Un marcaje individual a un futbolista -Cristiano Ronaldo- que marcó cuatro goles; un centro del campo sin creación y sin serenidad táctica; los dos centrales más lentos de la plantilla (uno por naturaleza y otro por edad) contra el ataque más dinámico de la Liga; que un futbolista como Romaric, de falso extremo, acabe el partido; y que el único faro del equipo, el único capaz de mantener el balón en campo rival, Kanoute, sea el segundo cambio... Y muchas cosas más. El Sevilla, con su bajas y todo, fue un desastre táctico, pero lo viene siendo desde hace tiempo. No es nada nuevo ni hay por qué sorprenderse.

Defensa

Manzano adopta en partidos así unas decisiones más que discutibles. Como otras veces ante el Real Madrid, fió la velocidad de antipación de Sergio Sánchez para seguir a Cristiano allá donde éste fuera a recibir, pero el portugués se iba al centro a combinar con Özil, con Xabi Alonso y con Benzema y esto acababa desajustando un sistema defensivo que ya de por sí era una calamidad. Con Medel y Zokora superados por las circunstancias y siempre mal colocados, el balón circulaba con velocidad a los pies de Fazio y eso ya se sabe qué significa... El argentino desnudó todas las cualidades que se le presuponen de futbolista en varios de los goles del Madrid, como mínimo en tres.

La segunda parte siguió igual, con la diferencia de que una leve salida de balón con Kanoute provocaba transiciones muy limpias del Madrid, que tiene su especialidad precisamente en las contras. Medel no sabía adónde acudir y Zokora y Romaric volvían andando.

Ataque

La consigna era balones a Kanoute (descarados desde Javi Varas) y que el gigante hiciera jugar lo que pudiera. Al principio sólo encontró a Capel y luego a Dabo, en el 1-3, y entonces fue cuando lo quitaron...

virtudes

Kanoute, Kanoute y nada más que Kanoute. Un poco Capel y Negredo.

talón de aquiles

Una cosa es perder un partido y otra dar la imagen que ofreció el Sevilla. Los jugadores no sabían qué hacer.

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