Una noche de mayo vuelve a ser histórica para el Sevilla. Un equipo de récord que ya es el primero, en solitario, con más títulos. Cuatro copas como cuatro soles superando ya la tres del Inter, el Liverpool y la Juventus. El partido 109 en la segunda competición continental de los nervionenses sirvió, no sin sufrimiento, para levantar al cielo una copa más tras 15 encuentros esta temporada siendo el equipo con más triunfos (11) del torneo.

El fútbol fue justo, ya que pese a los dos reveses (el 1-0 y el 2-2), los de Unai Emery mandaron con el balón en su poder. El 58% de la posesión fue para el cuadro español, lo que le permitió tocar , elaborar y llegar más al área rival. Así, frente a los 444 pases intentados del plantel andaluz (378completados), los jugadores del Dnipro intentaron conectar con un compañero casi en la mitad de ocasiones, 256 veces, completando sólo 188.

Sin embargo, curiosamente el Sevilla recorrió una distancia mucho mayor durante los 90 minutos de juego. Algo más de 115 kilómetros por los poco más de 109 de los ucranianos, que tuvieron en Rotan a su pulmón recorriendo 11,3 kilómetros y el futbolista con más faltas realizadas en toda la competición. Vitolo fue el que más corrió en los sevillistas, con 12,1 kilómetros en total (algo más de la mitad en el primer tiempo).

El control del esférico, lógicamente, tuvo su reflejo en ataque. Seis saques de esquina más lanzó el equipo español (5-11), pese a los tres consecutivos botados por el Dnipro al final del choque, y 17 disparos realizó el Sevilla frente a los 12 de su rival, que en los primeros 45 minutos remató tres veces a portería anotando dos goles. Máxima efectividad. Así llegó hasta la final, marcando 13 tantos frente a los 26 anotados por el cuadro hispalense en su camino hasta Varsovia. Con un partido más que el Nápoles, los de Emery han marcado en todo el torneo 29 goles por 26 del equipo italiano.

Pero aun así Sergio Rico tuvo trabajo. Tres paradas para el de Montequinto por las dos intervenciones que realizó Boyko en el marco contrario. De los 12 remates ejecutados por el Dnipro cinco fuera entre los tres palos (dos goles), mientras que sobre el portal ucraniano se realizaron 17 disparos, ocho de ellos fuera. También manda el Sevilla en llegadas al área (34-51).

Futbolista a futbolista, en los cara a cara, las diferencias son igualmente palpables. Bacca sumó dos goles y dio una asistencia para un total de siete dianas (igual que Higuaín), quedándose a una de los máximos realizadores de esta Liga Europa: Alan (Salzburgo) y Lukaku (Everton), máximos goleadores, todos lejos de las 17 que logró Falcao cuando conquistó el título con el Oporto en 2011. El colombiano corrió más que Kalinic (9,3 kilómetros frente a los 8,9 del croata), disparó en más ocasiones (5-1), pero recibió menos faltas (1-5), fruto del distinto juego de uno y otro equipo, ya que Bacca intentaba más la asociación frente a un Kalinic que tenía que luchar contra la defensa nervionense casi en solitario para controlar el balón. Y es que con el control del esférico todo es mucho más fácil. Llegar al área, marcar y hasta defender. Con el balón como amigo siempre es mejor.