Desde mi córner
  • Con Rubiales en Santo Domingo, tan paraíso geográfico como fiscal, el panorama apesta

Desde el beso a Jenni no cesa el iceberg

VAMOS ver cómo sale el fútbol español de este embrollo, tan desvergonzado él. Desde el tsunami del beso de Rubiales a Jenni, la ola de sospechas, de indicios, demás familiares y afectos no ha dejado de engordar. No hay mal que por bien no venga y desde aquel beso, consentido o no consentido, no ha dejado de verterse porquería y la verdad es que con Rubiales por medio posiblemente no sea esto más que la punta de un hediondo iceberg.

El día que todo explotó en la cara de Rubiales opiné que el tipo había sido pillado a semejanza de Al Capone, que tras un puñado de asesinatos fue el Fisco quien lo trincó. Ahora vamos a ver cuáles son los daños que perjudiquen el fútbol español. Estar a las puertas de una Eurocopa y con un Mundial, el de 2030, asignado en comandita con Portugal y Marruecos, a ver en qué condiciones negociamos para que la final no sea en Rabat ni en Lisboa, o para que no nos lo quiten.

Hay quien cree que el principio de todo estuvo en Villar, pero conociendo a los personajes se pone la cara por el bilbaíno mucho antes que por el granadino. Rubiales siempre, desde que era futbolista, daba imagen de macarra. Algo así como el actual ministro Puente, y curiosamente el registro de la Guardia Civil le ha cogido en la paradisíaca geográfica y fiscalmente hablando República Dominicana, conque átense esas moscas por el rabo y esperemos acontecimientos.

Y en esas estamos cuando se anuncia la presencia del equipo nacional en la cuna del fútbol. En el Olímpico de Londres contra Colombia mientras tampoco La Cartuja queda libre de sospecha. El iceberg puede ser de incalculables dimensiones para sonrojo generalizado y esperemos que todo esto no sirva también como cortina de humo que eclipse la generalidad de nuestro paisaje. Y en estas condiciones hasta parece sobrar lo de esta noche en Londres, conque a ver cómo acaba.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios