Betis Baloncesto - Breogán

Balón cortito y tiro al pie del Betis Baloncesto (84-89)

  • Bertans tuvo un triple para ganar el partido, pero su lanzamiento casi ni tocó el aro y el Betis volvió a perder, esta vez ante un Breogán mejor

  • Báez se lesionó en la fascia plantar y se une a las bajas en la enfermería bética

Evans busca un compañero al que darle la pelota defendido por Sergi Quntela y Arteaga.

Evans busca un compañero al que darle la pelota defendido por Sergi Quntela y Arteaga. / J. L. Contreras (ACB Photo)

Otro tiro en el pie con un lanzamiento que casi no llega ni al aro. Otra partido que se escapa de entre las manos cuando se pudo de cara. Cuando de una vez en San Pablo se dejó de comer pipas para apretar de lo lindo. Pero falta sangre en la pista. Evans no es un súper hombre, aunque lo parezca. No se puede jugar un encuentro más, y van ya…, sin un pívot que imponga respeto en la pintura y que no tenga cara de niño o que se dedique a tirar triples como norma. La derrota del Betis Baloncesto ante el Breogán por 84-89 es de las que duelen, porque era un choque para sacar la cabeza o hundirse más en el fango.

Y fue lo segundo, claro. Dominó el Breogán el 90% del choque, pero llegó con opciones al final al Betis gracias a los triples de Tsalmpouris y a Evans. Pero en los momentos clave llegó el tembleque. Los miedos en jugadores profesionales que deberían tener esto superado y demuestran que, por lo que sea, no están para los momentos en los que los líderes deciden. Con 81-81 falló Bertans un tiro libre (seis en total se dejó por el camino el cuadro heliopolitano) de una técnica de Bamforth y el letón, con 84-85, se cascó un triple casi frontal que rozó el aro de milagro. Casi ni llega. Para enmarcar su final. Pero hubo vida extra, porque Bamforth erró los dos tiros libres, pero en el segundo el balón salió escupido a una zona en la que Nakic lo agarró sin que nadie le tosiera. El croata no falló y el triunfo se fue para Lugo.  

Quizá jugar con BJ Johnson el ataque decisivo no era lo mejor. Cierto es que el alero, como muchos otros, es una madre defensivamente, pero al menos en ataque sí que puede generar algo más. No pisó el parqué en los últimos 10 minutos. Evans venía de anotar los últimos ocho puntos de su equipo y con 84-85, después de que Lukovic anotase sólo un tiro desde la personal, era quien debía jugársela. Para bien o para mal. Botó, dribló se fue para adentro y decidió doblar para Pablo Almazán, debajo del aro. El granadino, que en defensa se faja como ninguno, se vio con el marrón encima. No intentó revolverse, sólo quería salir de ahí y encontró a Bertans, un tirador consumado que venía de hacer un 3/7 en este partido desde el triple. Tiro cómodo, más o menos liberado. Pero la diferencia entre ganar o perder a veces está en las manos de los genios. Y a Bertans le tembló el pulso. Balón cortito y tiro en el pie. Otra derrota al zurrón verdiblanco.

Gerun trata de anotar ante Happ. Gerun trata de anotar ante Happ.

Gerun trata de anotar ante Happ. / J. L. Contreras (ACB Photo)

Y eso que salió enchufado el conjunto local y un triple de Kurucs parecía augurar algo bueno. Al menos era algo nuevo. Pero el 7-0 se quedó en nada en 50 segundos y un parcial de 0-8 en el que Bamforth, el "bajito" según José Luis Galilea hacía lo que mejor sabe hacer: meter un triple. Con el escolta estadounidense liderando a su equipo, el Breogán empezó a llevar el partido al barro. Muchas manos por todos lados, contactos que si los colegiados toleran en un lado y en otro lado son detallitos que acaban por desesperar.

No está siendo la temporada esperada de Kurucs, a quien ya le han leído la cartilla y parecía que había tomado buena nota, como diría aquél. Estaba siendo de los mejores con un 3/3 desde más allá de la línea de los 6,75 metros, pero sacó la mano a pasear con Nakic. Vuelta a las andadas. Injustificable. Antideportiva y Casimiro lo llevó a reflexionar al banco. Parece que quiere que le abran la puerta de salida, pero su valor de cupo de formación hace que esté cerrada con llave de momento. No sacó todo el valor posible el cuadro lucense de esa acción. Un tiro libre anotado y fallo en el siguiente ataque, pero apareció el Betis de los miedos. El que a sus jugadores se les escurren los balones de las manos, el Betis del bota que bota sin encontrar al tirador liberado y el que tiene un juego interior de vacaciones, pero entre Evans y Sylla desde el tiro libre lograron poner el 22-25 al final del primer cuarto. Todo en orden.

Sin embargo, aparecieron los fantasmas de Murcia de hace una semana en el segundo acto. La lesión de Báez, parece que de gravedad, pareció golpear al conjunto verdibanco y Sergi Quintela estiró la renta visitante al 22-29. Jugaba entonces el Betis con Evans, Cvetkovic y Bertans por fuera. Poco físico. El escolta perdió un balón al estirar claramente un rival la pierna. Pérdida y nadie protestaba nada. Ni en la pista ni en la grada. Incomprensible ante un arbitraje de nuevo de esos sibilinos. Nada escandaloso, pero todas hacia el mismo lado. Como en una de Hill anteriormente. Bamforth mantenía los siete de rentas para los suyos (30-37), pero un tirón de los verdiblancos dejó la espadas en todo lo alto para el segundo tiempo (37-39).

Bertans defiende a Sergi Quintela. Bertans defiende a Sergi Quintela.

Bertans defiende a Sergi Quintela. / J. L Contreras (ACB Photo)

De nuevo salió con mayor ímpetu el Betis y dos triples de Bertans le dieron de nuevo la ventaja a los béticos desde el 7-0 inicial: 50-49. Pero los problemas defensivos del conjunto heliopolitano son evidentes y, hecho lo más complicado, se concedían demasiados tiros liberados al rival y los triples de Momirov y Sergi García caían como losas. A todos ellos ayudaba Arteaga, estudiante adelantado de la escuela de Tavares haciendo bloqueos en movimiento. Sin los árbitros no pitan, sigan, sigan… Happ hacía daño por dentro aprovechando la endeblez de los interiores béticos y el choque se resolvería en los últimos 10 minutos.

Descansó Evans la mitad del cuarto. Pozas concedía demasiados regalos y Hill malgastaba el adicional de una antideportiva. Uno más. Tampoco Tsalmpouris aprovechó la acción posterior, pero el heleno venía de meterse en el cuerpo de Stephen Curry con 10 puntos, dos triples incluidos. Con 74-79 parecía que el partido se le escapaba ya el Betis, pero apareció súper Shannon al rescate para empatar el partido primero a 81 y después a 84. Lukovic sólo anotó un tiro libre. Bola para ganar. Bola para la esperanza. Pero Bertans pinchó, casi sin tocar el aro, la esperanza. 

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